Capítulo 13

621 11 5
                                    

Zehra.

La alarma suena a las cinco de la mañana. A duras penas deseo levantarme pero tenía que quemar las calorías de Ibiza. Me dirigí al baño y me lavé la cara, me di me dio baño y luego salí alistarme.

Me coloqué una ropa cómoda para salir a correr, abrí las cortinas y el día no se veía para nada lindo. El sol se encontraba en algún lugar metido entre las nubes grises, parecía que llovería dentro de poco pero eso no me detendrá.

Fui a la cocina y me preparé un leve desayuno, casi eran las seis de la mañana, me comí el plato de frutas y me tomé un vaso de agua, tomé mis llaves, mis audífonos y mi teléfono.

Una vez afuera inicié mi corredera hacia el parque, estando allí seguí corriendo. Mi cuerpo se sentía cansado y mi mente abrumada. Tal vez correr hasta no más poder me ayude con este sentimiento.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer eso no me importó seguí corriendo por todo el parque.  Al parecer a todos le gustaba salir a correr a esta hora o salir a pasear a sus perros. La lluvia se hacía más fuerte, a mi no me importa aunque sabía que esto me joderia. No dejaba de pensar en el, es como si fuera una maldición, como si el me hubiera hechizado. A pesar de no entender nada de lo qué pasa con el, no dejo de tener sueños, ni pensamientos sucios con el, es prácticamente imposible, yo no sé qué me ocurre.

Verlo por primera vez y reconocer que llamó mi atención el primer día que lo vi, más pasar unos días con el en Ibiza, estar tan cerca de él me hace quererlo más, pero se que es imposible. Estuve investigando un poco sobre el y mucho no pude encontrar pero a leguas se ve que santo no es, y que tampoco toma en serio a las mujeres, yo ya pasé por esa etapa de estar con hombres así.

Volví a casa y fui a darme un baño, faltaba poco para que mi jornada de trabajo empezara, así que hice todo rápido.

...

Llegué a la empresa y empecé a sentir todas las miradas sobre mi, me sentía incómoda y extraña. Caminé sin darles importancia hasta mi oficina y me encerré en ella.

Pensé que me toparía con el o con Irina pero al parecer aún no llegan. Dejé mis cosas a un lado y me puse a trabajar. Abrí la laptop y fui a mis archivos ahí tenía guardado uno de mis borradores, lo leeré y le cambiaré algunas cosas antes de entregárselo a Irina.

"Todo de el me gustaba, me excitaba, se me hacía tan difícil resistirme a ese hombre. Con tan solo una mirada me ponía caliente, el sabía como volverme loca, el sabía que me gustaba, y que mi vagina estaría más bien que encantada de recibirlo".

En mi momento de concentración sonó la puerta.

—Pasé.

Irina entró. Se veía hermosa como siempre, la oficina se llena de su olor, la rubia traía un vestido verde esmeralda ajustado a su cuerpo y con espalda descubierta, venía entaconada y bien maquillada, como dije antes, hermosa como siempre.

—¿Como estás? —me preguntó.

—Muy bien, ¿y usted?

—¿Volveremos a tratarnos de usted a usted? Sabes que no me gusta, me hace sentir vieja —se sentó frente a mi.

—Es mi deber, usted es mi jefa.

—Si digo que me trates de una forma lo harás —musitó, miró el escritorio— veo que estás trabajando en tu proyecto.

Asentí.

My sweet Zehra[+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora