Zehra.—Estás hermosa —Musitó Irenka.
—¿Tu crees? —asintió.
—Me estás haciendo dudar de mi sexualidad —dijo con una sonrisa picarona.
—Y tú me estás subiendo la autoestima, te amo mucho pero ya me tengo que ir, no quiero ser la última en llegar.
—Entiendo, pásala bien, hermosa.
—Chao.
Guardé un poco de crema en mi bolso, mis llaves, labial, colonia, y un poco de dinero para luego salir de casa.
Una vez fuera del edificio saqué mi teléfono para ordenar un taxi. Frente a mi se parqueo un carro negro, pequeño pero lujoso, los vidrios estaban blindados por lo que no podía ver de quien se trataba, segundos después la puerta del auto se abrió dejándome ver a un hombre de traje negro quien se acercó a mi, retrocedí creyendo que me iba a secuestrar pero el joven se posó al lado del carro y abrió la puerta trasera.
—Señorita Zehra, entre.
—¿Quien es usted?
—Soy el chofer que le manda la señorita Irina —sonrió ligeramente.
Dudosamente me adentré al auto, el joven lo rodea y luego emprende camino hacia la empresa.
Una vez frente a la empresa, el hombre que conducía el auto se bajó para abrirme la puerta trasera, me tendió la mano y yo claramente correspondí, tomándola y saliendo del carro.
—Que pase buenas noches, señorita —dijo amablemente.
Le sonreí con amabilidad y entré a la empresa, el lobby se encontraba vacío, tan solo estaba la recepcionista. Tomé el elevador y este me dejó frente al gran salón. No había llegado tarde, sin embargo el salón estaba completamente lleno de personas, las cuales ignoraron mi presencia. Ya decía yo que un hermoso y sexy vestido no sería suficiente para yo ser el centro de atención.
El salon era enorme y de techo alto, tenía una decoración medieval pero elegante, del alto techo colgaban unos tres candelabros de lo que parecía ser oro puro, las mesas estaban bien esparcidas y la decoración era simplemente perfecta. Un mesero me nota y me brinda una bebida, yo negué, el alcohol y yo no somos muy buenos amigos.
El hombre que vestía de negro me sonríe, aceptando mi decisión de no tomar alcohol, sin embargo no se marcha hasta preguntarme si quería algo diferente para tomar.
—Por ser tú puedo prepararte algo especial, digo no te conozco pero me pareces muy hermosa —sonrió como estupido, jugué con mis dedos, la verdad me encontraba nerviosa pues era el primer halago que recibía en la noche y realmente no pensaba que me veía tan bien.
Escuché a alguien carraspear detrás de mi. Mi cuerpo se tensó y mi piel se erizó.
—¿Te contraté para que estuvieras molestando a los invitados? —la voz de Aleksandr sonó fuerte, el chico agachó la cabeza y se disculpó sin mirarlo a los ojos— retírate —ordenó y el chico sin esperar un segundo más salió corriendo con la bandeja en manos.
Sentí su olor más cerca, se paró detrás de mi y sentí como aspiró mi aroma, me enderecé y alcé la cabeza junto a la mirada, no permitiría que el raro de mi jefe me arruinara la noche, pero cuando lo miré a los ojos mi memoria no dudo en fallarme. Los recuerdos de aquella noche me golpearon, enrojeciendo mi rostro y calentando a mi cuerpo.
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My sweet Zehra[+21]
Short Story"Siempre habrán ángeles en el infierno y tentaciones en el paraíso." Polos opuestos, llamados por el destino. Zehra una mujer con cara angelical, aura de diosa, cuerpo de infarto que irradia elegancia y clase por donde quiera que vaya. La vida de Z...