Capítulo 3

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Irina.

—¿Han visto a Zehra? —le pregunté a mis amigos, ellos negaron.

Yo comencé a buscarla por todos lados al no verla en donde la había dejado. Fui a los baños y ahí no estaba, tampoco estaba en el área exótica del lugar, ni afuera del local. Mi corazón comenzó acelerarse, si algo le pasa a Zehra mi hermano me arrancará la cabeza.

Seguí buscándola, le marqué pero tampoco contestó. ¿A donde se habrá ido? No creo que ella sea capaz de irse sin mi, o sin decirme algo.

—¿La encontraste? —preguntó una de mis amigas, negué asustada.

—¿A donde habrá ido? —preguntó Alexis, uno de mis amigos.

—No tengo ni idea —suspiré— yo iré al carro y llamaré a Aleksandr, la noticia no le gustará pero se lo tengo que decir, los veo luego.

Salí corriendo del lugar y fui al auto, le marqué a mi hermano y este en segundos me respondió.

—¿Estás son horas para llamar?

—Perdí a Zehra —fui al grano, me mordí la lengua esperando la reacción de él.

—¿Qué? —preguntó como si nada.

—No se como ocurrió, fui a bailar y la dejé en la sala VIP pero cuando volví, ella ya no estaba ahí —me mordí las uñas.

—Zehra está conmigo.

—¿Qué? —pude respirar bien al escucharlo— ¿cómo?

—La encontré desmayada en la parte trasera del lugar así que la traje a mi casa.

—¿Por qué carajos no me avisaste? ¡¿Sabes lo asustada que estaba?! ¿Ella esta bien? Y ¿Cómo sabías que estábamos aquí? —dije un poco exaltada.

—No tengo porqué decirte nada, es más... nunca debí decírtelo por irresponsable, te la encargué y lo primero qué haces es descuidarla y dejarla sola en un lugar de maniáticos.

—¿Qué? —pregunté confundida.

—Zehra presenció lo que querías, pero no le cayó tan bien.

—¿Vió como las personas follaban sin pudor? ¿Eso es malo? No es para tanto, de hecho creo que eso será suficiente como para despertar a su lado perverso.

—¿Por qué tanto empeño en que ella escriba lo que tú escribes?

—Porqué se que ella triunfaría así, las novelas eroticas son perfectas para ella, yo sé lo que te digo, ahora que se donde está, estoy más tranquila, así que volveré a disfrutar y te veo mañana en la empresa, bye.

Corté y volví al antro.

Zehra.

Cuando me desperté otra vez, todavía estaba oscuro. No se cuento he dormido, mi cuerpo se siente pesado y cansado. No había reloj en ninguna parte, ni nada que me ayudara a reconocer el lugar. Volví a mirar por todo el lugar notando que la habitación estaba decorada de una forma antigua. Los marcos de las ventanas eran enormes, frente a la cama había una chimenea gigantesca de piedra rústica, solo había visto similares en las películas. La habitación era cálida, elegante y muy rusa. Salí al balcón y observé la impresionante vista a la ciudad.

My sweet Zehra[+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora