Zehra.
Abrí los ojos, la habitación era brillante y el sol que caía en ella era tan fuerte que apenas podía ver. Levanté mi mano para cubrir mis párpados, ¿que pasó? Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, miré a mi alrededor y todo me era desconocido.
Trataba de recordar lo que había pasado, mi cuerpo se sentía pesado, como si hubiera estado dormida por días. Mi corazón se aceleró otra vez al recordar todo lo que había pasado. Por mi cabeza pasaban las típicas preguntas, ¿dónde estoy? Y ¿qué hacía aquí? Pero no había respuestas. Entonces pensé en Aleksander, tal vez el volvió a secuestrarme, tal vez esta era su forma de demostrarme que se había equivocado y de que me quería de vuelta con él.
Me levanté de la cama, abrumada. Me acerqué a la ventana e hice la cortina hacia un lado teniendo una mejor vista del jardín, no reconocía nada del lugar, algo me decía que no se trataba de Aleksander pero mi cabeza no quería entenderlo, me resignaba a creer que había sido secuestrada otra vez y por un desconocido que a lo mejor me haría vivir un infierno. Intenté abrir la ventana pero me percaté de que esta tenía seguro, fui hacia el otro extremo e hice lo mismo con la siguiente ventana y esta también estaba cerrada, corrí hacia la puerta y para mi sorpresa estaba abierta.
Mis pies desnudos no dudaron en cruzar la línea. El pasillo era amplio y largo, al fondo se escuchaban unas voces pero, por más que me acercara no las reconocía. La habitación de donde provenían las voces tenía la puerta entre abierta pero para bajar las escaleras tenía que cruzar frente a ella así que sin pensarlo dos veces corrí y bajé las escaleras rápidamente.
Me encontraba en medio de una enorme sala, rodeada de puertas, con la respiración agitada miraba para todos lados partiéndome la cabeza pensando en cual sería la salida, sin razón alguna comencé a llorar, me sentía estancada. Abrí cada una de las puertas y no lograba encontrar la salida, comenzaba a desesperarme hasta que decidí meterme por un pasillo que me condujo hacia la cocina.
Habían varias mujeres en ropa interior haciendo quehaceres en la cocina, mi mente se enredó aún más, ellas me miraron sin expresión alguna pero aquellas miradas no duraron mucho ya que ellas volvieron hacer lo que estaban haciendo, como si no me hubieran visto.
—Necesito ayuda —musité, y mi tono de voz apenas fue audible.
Ellas me ignoraron. Me acerqué a una de ellas, tenía el pelo rojo y era blanca con los ojos verdes, traía una lencería azul marino y se encontraba cortando los vegetales.
—Ayúdame, por favor —supliqué con desesperación.
La mujer me ignoró, cada minuto que pasaba sentía que el nivel de desesperación y miedo aumentaba.
—¡¿Por qué me ignoran?! —comenzaba a ponerme histérica.
Su silencio tan solo empeoraba todo así que decidí dejar de perder el tiempo pidiéndoles ayuda. Mis ojos brillaron al ver una puerta en la cocina, corrí hacia ella y la intenté abrir pero esta estaba bajo llave, pensé que hacer por dos minutos y cuando tuve la idea fui a por ello. Le robé el cuchillo a la mujer de antes y volví a la puerta para tratarla de abrir con aquel cuchillo filoso, en el intento me lastimé las manos pero eso no me detuvo y seguí forcejeando la cerradura hasta que logré abrir la puerta. Salí corriendo aún con el cuchillo en la mano, y como lo suponía la puerta daba con la parte trasera del jardín. Sin mirar atrás corrí, no sabía a dónde iba tan solo me dejé guiar por mis pies e instinto.
Una enorme escultura arbórea obstruyó mi paso, lentamente subí la mirada y lo que vi me dejó sorprendida y confusa. Era una estatua hecha de plantas pero eso no era lo que me tenía confundida, aquella escultura tenía mi rostro, no estaba loca podía jurar que ese rostro era el mío. Dos gardenias blancas cubrían el área de los senos y otra gardenia cubría la zona íntima, lo de más era de color verde, estaba asombrada por la precisión en la que habían hecho todo, curvas marcadas, rostro detallado, cada parte de la escultura estaba bien construida y eso me tenía asombrada.
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My sweet Zehra[+21]
Short Story"Siempre habrán ángeles en el infierno y tentaciones en el paraíso." Polos opuestos, llamados por el destino. Zehra una mujer con cara angelical, aura de diosa, cuerpo de infarto que irradia elegancia y clase por donde quiera que vaya. La vida de Z...