Capitulo 12

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Zehra.

El sol se estaba poniendo naranja, mientras que yo seguía caminando. Sin darme cuenta ya estaba en la playa, las olas parecían furiosas por el sonido fuerte que hacían, aún así era relajante. Estaba tan perdida mirando el paraíso que me regalaba la playa y cuando volví a la realidad me percaté de que me dolían las piernas. Las chanclas que traía puesta eran bonitas pero no eran las adecuadas para todo lo que caminé.

Me senté en la suave arena y volví a mirar hacia el horizonte, la brisa era cálida y suave, me sentía muy relajada, me gusta mucho la playa me hace sentir paz lo que me es muy difícil encontrar últimamente.

—¿Es hermoso, no? —una voz masculina se escuchó detrás de mi, el sujeto tomó asiento a mi lado cuando lo miré este me regaló una sonrisa.

—¿Tú?

Fue lo único que logré decir.

—Que bonito es volver a verte —Arturo mencionó en un tono suave, el cual de cierta forma logró derretirme.

—¿Que haces aquí?

—Lo mismo que tú —se encogió de hombros—

Sus oraciones eran cortas, yo no sabía que más decir. Arturo me parecía una persona interesante y misteriosa, algo en el me llamaba mucho la atención. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta que lo miraba con mucha determinación.

—¿Estás bien? ¿Tengo algo en la cara?

Preguntó con una pequeña sonrisa  pícara en su rostro, mis mejillas se enrojecieron y rápidamente dejé de mirarlo, eso causó que el se carcajeara.

—Te ves bonita cuando te sonrojas.

Eso me hizo sonrojar más, el vuelve a reír.

—Eres muy tierna.

Yo ya no sabía que cara poner, me sentía muy nerviosa.

El vuelve a reír.

—Ya pararé —dice al ver que estaba más roja que un tomate— ¿Solo viniste tú?

El miro a su alrededor, y se dio cuenta de que solamente estábamos el y yo.

—Definitivamente estás sola.

—Si, me escapé, quería tomar un poco de aire y tener a alguien siguiéndome a cada rato todos los días no es lo mío, ni siquiera se porque tengo "guardaespaldas" si así se le puede llamar.

—¿Eres algo de Alexandr? —noté una extrema curiosidad en su tono.

—Solo trabajo para su hermana Irina.

—¿Segura? —preguntó inseguro, yo asentí— entonces porque te trata como si fueras su novia? O mejor dicho como si fueras de él.

—No lo sé, es algo que yo tampoco entiendo, una vez que llegué a Rusia me acogieron como si fuera parte de su familia, me dejaron quedar en un penthouse que claramente yo jamás podría pagar .

—¿No te parece extraño?

Lo miré y me puse a pensar. Después de los seis meses que estaré en Rusia, ¿Como carajos les pagaré todo lo que me han dado hasta ahora?

....

Aleksandr

—¡¿Como que se te escapó?!

Grité enfurecido.

—Si señor, la señorita me mintió, me dijo que fuera a buscar el carro que ella me iba a esperar —dijo con la cabeza baja.

My sweet Zehra[+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora