Capítulo 15

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Zehra.

—Déjame ir... por favor —rogué cansada.

Aleksander se levantó y fue hacia el otro extremo de la habitación. Abrió un gabinete y sacó un sobre. Se acercó a mi lo suficiente para que pudiera oler su aroma con una combinación de locura, poder, y dinero.

Me dió el sobre y dijo:

—Antes de abrirlo quiero que sepas que yo no seré el culpable si algo pasa, todo ocurrirá dependiendo tu comportamiento.

No esperé más y abrí el sobre desesperadamente haciendo que algunas fotos cayeran al suelo.

Al ver las fotos mi corazón se apretó y las lágrimas comenzaron a bajar, lágrimas de rabia, desesperación , y miedo. En las fotos estaba mi familia, en una de ellas se encontraba mi madre en un supermercado en otra estaba mi padre con unos amigos en un restaurante, y en la última estaba Irenka saliendo del trabajo.

—Zehra —Aleksander se sentó a mi lado— yo no lastimaré a tus seres querido si tú colaboras conmigo. No hagas nada que pueda ofenderme, te recuerdo que estás en una posición en la que muy fácilmente puedes perder.

Levanté mi mirada y lo miré con tal odio que se alejó de mi. Estaba enfadada, desesperada, y destrozada.

—¿Sabes que? ¡Vete a la mierda! —Le tiré las fotos en la cara y corrí hacia la puerta.

Aleksander rápidamente me siguió, me agarró de la pierna y me tiró en el suelo del pasillo, un quejido salió de mi boca ya que el golpe fue duro. El se levantó y me arrastró por todo el pasillo hasta adentrarme a la habitación otra vez, rápidamente me soltó el tobillo, me levantó del suelo y me agarró por las muñecas, traté de liberarme pero no pude, el era mucho más fuerte que yo.

—¡Suéltame! —gritaba con desesperación.

El me sacudió con tanta fuerza que una pistola cayó de su cinturón. Me quedé helada al ver eso ¿que hacía el con un arma? ¿Por qué un empresario tan prestigioso como el tenía una pistola con el? ¿En que estaba metido? Muchas preguntas aparecieron en mi mente, el apretaba su agarre en mis muñecas cada vez más y más. Dejé de luchar con el, me quedé quieta y llorando, y el me penetraba con sus ojos fríos. Se acercó a mis labios hasta que dejé de respirar, pensé que me iba a besar pero se desvió y acercó sus labios a mi oído y susurró:

—No te tocaré sin tu voluntad, esperaré hasta que tú me quieras, hasta que tú alma y tu cuerpo me deseen ... pero eso no quiere decir que no quiera devorarte como animal ahora mismo, meterlo entero dentro de ti y dejar que grites con mi lengua dentro de tu boca.

Me lo dice tan relajado y con tanta seguridad, que me exalté.

—Deja de moverte y escúchame, no tolero la desobediencia, no puedo ser amable si tú no cooperas, no quiero lastimarte, así que no me hagas.

Su cuerpo estaba pegado al mío, podía sentir cada músculo de este hombre. La rodilla derecha que tenía entre mis piernas, la empujó hacia arriba acariciando mi sexo, al darse cuenta de que no había reaccionado a sus palabras. Gemí en voz baja, suprimiendo mis ganas de gritar. Involuntariamente doblé mi espalda en un arco. Mi cuerpo se comportó como si estuviera excitado y claramente que lo está.

—No me provoques, Zehra —siseaba a través de sus dientes.

—No estoy haciendo nada —susurré mirándolo a los ojos.

Aleksander se alejó de mi, tomó su arma y la puso sobre una mesita. Sacó su teléfono y me lo pasó, lo miré confundida.

—Es para que llames a tu familia y le digas que estás bien, que volviste a Rusia a retomar tu trabajo, y ten mucho cuidado con lo que intentas, no seas estupida.

My sweet Zehra[+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora