La Pequeña Heredera

1. MI LLEGADA

Olivia

Ya hace 10 años que me fui de casa y creí que jamás volvería. Después que murió mamá y mi padre tomó la desafortunada decisión de casarse con Lauren, su asistente, me enviaron a un internado a miles de kilómetros lejos de ellos. ¿La razón? Lauren quería tener sus propios hijos con mi padre y yo era un estorbo. entonces cuando cumpli los 11 años fui llevada a Mary's Ascot School, uno de los internados más prestigiosos de Londres, y apenas veía a mi padre cuando viajaba a verne en días de visita y en vacaciones, Lauren no iba con él, siempre había una excusa, pero igual, desde hace mucho no vengo a la casa.

De lejos logró divisar las paredes de piedras que rodean el terreno de la casa. Abro la ventanilla del auto y ese olor es tan conocido para mi. El olor a cedro, tierra húmeda, hierba.

— Señorita cierre la ventanilla que está lloviendo — la voz de Rhys el chofer de papá me interrumpe mientras estoy sumergida en los recuerdos del olor de mi niñez.

Cierro la ventanilla y veo la verja de la entrada a la mansión, donde en la parte de arriba de la entrada dice FAMILIA BENNETT, realizado con un hierro forjado envejecido, veo como abre la rejas y pasamos el camino de la entrada principal que lo cubren grandes árboles y al final: la mansión Bennett, un edificio de dos plantas blanco de techos grises y grandes ventanas, no ha cambiado nada desde que me fui.

En la entrada está Julia, la encargada del servicio me espera con un paraguas y una radiante sonrisa.

— ¡Señorita! — dice y va hasta mí, mientras Rhys abre la puerta del auto para que yo salga.

— Julia — le digo y la abrazo.

Julia fue prácticamente la que se encargó de mí luego que mamá murió. Sentía mucha emoción de verla.

— Ha crecido mucho señorita — dice entre lágrimas, yo también siento que llore de la emoción.

—;No tanto — le digo mientras rió entre lágrimas — solo pocos centímetros, en estos últimos años.

Es cierto, soy pequeña como mi madre, soy tan parecida a ella que por esa razón Lauren me quería lejos de casa, porque mientras más crecía, más me parecía a ella, cabello castaño, ondulado, pecas en mis mejillas, soy el vivo retrato de mi madre muerta y eso a ella le recordaba que mi padre, Herry Bennett, solo tuvo un gran y perfecto amor, y no era ella.

— Mi pequeña hija — escucho decir y veo por sobre el hombro de Julia a mi padre bajar las escaleras de la entrada.

Fui tras el encuentro de los brazos de mi padre, habían pasado ya dos años desde que nos vimos, al salir del internado fui a estudiar diseño de modas en Londres y no logramos vernos más.

— Pequeña, cuanta falta me hacias — dice y me apreto a él, su olor a pino, lo extrañaba.

— Podías ir a visitarme — le reclamo mientras Julia está detrás de mí protegiéndome de las gotas de lluvia que caen.

— Ok, ok, sin reclamos — dice y sonríe — sabes que siempre ando ocupado entre la fábrica y la empresa.

Mi padre es dueño de una fábrica textil, que es la encargada de realizar las telas más costosas de todo el continente, si, esas telas que se usan en los grandes desfiles de París, Milán y todo reino unido, son provenientes de nuestra fábrica de telas, TEXTIL BENNETT & CIA y también poseemos una empresa de fabricación de de calzado exclusivo, QUALITY SHOES COMPANY de los cuales papá posee más del 70% de las acciones, fue una oportunidad que se le presentó a papá de asociarse con la Familia Harrison, cuando tuvieron un gran crisis y para no perder su empresa familiar decidieron vender parte de ella, mi padre como conocedor de la rama aprovecho y ya con ellos tiene como 25 años asociados, pero los Harrison han atravesado varias crisis por malos manejos, por eso, han perdido una gran cantidad de sus acciones.