37. Yo soy su dueño

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Me sentí tan estupido con el chofer de Olivia me dijo que estaba en la casa de mis abuelos, ahí solo está Recce, ¿que carajos quería ella con él? ¿porque fue hasta allá para verse con Recce? ¿será que Recce y Olivia...?

Me fui como un loco hasta la casa vieja y encontré al chofer esperándola afuera.

— Señor — me saluda

— ¿Tiene mucho rato ahí? — le pregunto y él me mira nervioso — ¿cuánto tiempo tiene Olivia ahí adentro? es fácil la pregunta ¿no?

— No mucho rato señor, 20 minutos o 30, algo así — está nervioso y yo me pongo peor.

30 minutos es mucho tiempo, para mi, una eternidad y puede pasar mucho, se que Recce está solo, que Claudia no está en la casa hace ya un tiempo desde que él se fue, ella solo pasa unas horas para limpiar. Y ¿entonces? ¿qué tanto tarda Olivia ahí?

Toco la puerta y me consigo un Recce con el cabello húmedo y a Olivia de espaldas, parecía asustada, no se, quizas estaban ocupados y los interrumpi.

— Vine por mi esposa, Recce — no miro a mi primo, la miraba a ella que voltea al escuchar mi voz.

— Olivia, llegó tu esposo perdido — mi primo se hace el gracioso, típico en él, sabe que odio verlo con ella.

— ¡Olivia, vamos! — le digo, solo la miro, estoy molesto, me matan los celos y mi cabeza solo imagina a ella con Recce solos... haciendo... mierda, no dejo de dibujar en mi cabeza toda clase de cosas que ella y él pudieron estar haciendo.

— No te preocupes Olivia, yo limpio.— el habla al momento que ella camina y se escucha un vidrio roto, ¿que paso ahi que hay vidrios en el suelo? ¿tuvieron una discusión de novios? ¿qué carajos pasa entre ellos?

El chofer de Olivia me mira pasa con ella y no dice nada, la llevo hasta mi auto y la subo. Mi chofer sabe a donde debe llevarnos, pero yo estoy que quiero matar a Recce y a.... ella.

— ¿Qué hacías con Recce? — Pregunto, no la quiero ver, no ando de animos en detallar cómo estaba vestida para ver a Recce, odio de solo imaginar que ese vestido verde que lleva se lo quite otro que no sea yo.

— Te estaba buscando, vine... — habla como asustada

— ¿No podías llamarme? o ¿solo querías verlo? — digo porque me parecen excusas estúpidas.

— ¿Qué dices? — parece que no entiende

— ¿Desde cuándo te ves con Recce? — estoy ciego de los celos.

— ¿Que? — la escucho reir, y me cabrea mas, ¿se burla de mi?

— ¿Te da gracia que te veas con mi primo a escondidas? — digo cínico.

— ¿De qué hablas James? — ahora se hace la boba conmigo.

— ¿¿QUÉ CARAJOS HACIAS CON RECCE?? — explotó, y luego que lo hago me doy cuenta que soy un imbécil, estoy ahí muerto de celos por una mujer que jamás ha sido mía, que hace unos días le dije a mi primo que se quedara con ella, que él la valoraría más.

¿Que carajos me pasa? llevo tres días con la cabeza ocupandola en el trabajo, solo para no pensar en ella y en lo que siento. Pensé en llevar este matrimonio de mentira lo más tranquilo posible y si ella quería estar con otro no me debería de importar. Pero hoy solo saber que estaba con Recce me volví loco, porque Olivia solo seria mia, eso es lo que quiero, no puedo dejarsela a Recce o a ningún otro hombre. No quiero eso.

Al llegar a la casa la miro, ella está fascinada con lo que ve porque abrió la puerta y sus ojos brillaban al ver la casa. Hoy quería que viniera conmigo a "Nuestra Casa", aquí es que ella y yo empezaríamos nuestra vida juntos, eso era lo que pensé al verla la primera vez, ¿pero ahora? ¿Olivia querrá eso mismo?

Yo acabo de hacerle una estúpida escena de celos al saberla con mi primo.

— Señor, la llave — me dice Manson el chofer entregándome las llaves — ya trajeron parte de las cosas que pidió.

— Ok, gracias — le digo.

Yo he pasado las últimas noche durmiendo aquí, solo hay una cama, pero necesitaba mis cosas de aseo y mi ropa, a veces tenía que ir muy temprano o luego que ella saliera a trabajar, para no encontrármela, aun no sabia como verla luego de mi estúpida actitud después de la lectura del testamento, ya mi madre me había llamado a reprenderme, pero no podía ver a Olivia. luego de decirle al salir de la oficina del Abogado:

¡Olivia vete! que eres lo último que quiero ver en este momento — le dije eso y me fui a seguir emborrachandome.

Luego me vine para esta casa, lo único que había era una cama y dormí, amanecí con frío y esa resaca que no aguantaba la cabeza, tratando de recordar lo que le había dicho a Recce sobre Olivia, luego de descubrir que mi tío Henrry me engaño.

No se que pensé al traerla aquí, quizás ya quiero pasar la página y seguir, que es lo que debemos hacer los dos, tenemos responsabilidades que cumplir, yo con su empresa y ella con la mía, pero ella y Recce, me arruinaron todo.

Miro que entro, y yo seguí hasta el cuarto donde había dormido, todo está tan silencioso que los pasos de Olivia los puedo escuchar, no importa donde esté.

Saque mi ropa y guinde algunos trajes que ya me había colocado en la cama. apenas un vestido de cama me trajeron y lo arregle, aqui ahora no hay quien ayude con esto, ella debe encargarse de eso, del personal que trabajará, para eso es la señora de la casa ¿no?

Me quito la chaqueta y me desabotono la camisa voy al baño y ahi, la escucho abrir la puerta del cuarto.

— ¿Es aquí donde has dormido estas últimas noches? — la miro a través del espejo mientras me lavo la cara

— Puedes elegir todo los muebles y decorar la casa como tu quieres — le digo cambiando el tema, me seco con una toalla de mano que tengo, sigo observándola, no dice nada — y contratar el personal que desees, es tu casa.

— Y esta...¿será nuestra... habitación? — pregunta y no la miro.

— Puedes elegir cualquier habitación, al final ni dormiremos juntos — paso a su lado y dejó el baño, vuelvo al cuarto.

— También será tu casa — dice y me rio.

— Eres dueña del 70% así que no sé en qué cambia si hago algo o no, si duermo aquí o en otra habitación, igual todo es tuyo Olivia yo soy un títere que eligió tu padre — la miro esta inmóvil, se que fueron fuertes mis palabras ella lo sabe, y ya no me importan.

— Solo pensé... — se queda callada y yo me quito la camisa.

— Yo ahora debo descansar porque mañana será otro día donde debo cuidar de todo lo tuyo y quedarme con las limosnas — mi boca no deja de vomitar cualquier estupidez.

Ella me mira sorprendida.

— Deberías ser menos duro conmigo...— siento que se le quiebra la voz — yo no tengo la culpa James — me dice llorando, por un segundo me arrepentí de lo que le dije — yo no elegí esto. Pero tranquilo, haz lo que desees.

Y sale del cuarto y puedo escuchar sus pasos alejarse.

Me senté en la cama con la cabeza entre mis manos, no se porque lo hice, estoy dolido, pero ella tiene razón, no puedo culparla por que al final yo fui el que acepte casarme con ella, pensando que así conseguiría otra vez la empresa, él estúpido fui yo, ella no tiene la culpa que yo me haya comportado con avaricia y al final me jugaron sucios.

Me senté en la cama con la cabeza entre mis manos, no se porque lo hice, estoy dolido, pero ella tiene razón, no puedo culparla por que al final yo fui el que acepte casarme con ella, pensando que así conseguiría otra vez la empresa, él estúpido f...

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La Pequeña HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora