50. Tres meses de luna de miel

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Desde la cena de Open House, James y yo hemos estado muy unidos, él me prometió hacerme el amor todas las noche y hasta ahora lo ha cumplido, no me había sentida tan bien con alguien como con él, no solo en la parte sexual que siempre fue nula en mis experiencias, sino en el afecto. James me ha demostrado tanto cariño que no puedo negar que me siento muy enamorada de él.

¿ENAMORA OLIVIA?

Si, esa palabra que dije no sentiría por James Harrison, él la ha despertado en mí.

Pero dime ¿cómo no sentirlo? si cada cosa que hace es para hacerme sentir bien, no digo que no haya discusiones, pero él y yo casi siempre parecemos dos adolescentes enamorados.

En las noches en que trabaja en su estudio hace que lo acompañe, yo leo cualquier libro y se dedica a trabajar, me he quedado hasta dormida en el sofá y cuando despertó ya James me ha subido a la habitación en sus brazos. En ocasiones siento que mi padre no se equivocó con él, es un hombre dedicado, trabajador y apasionado, sin negar que sea Sexy, ya muchas páginas de chismes lo tienen en los 5 hombres más sexys de Inglaterra, es elegante, tiene tantas cualidades, que no creo que a veces sólo esté pendiente de mi.

Una vez me dijo que pondría una mesa de dibujo en su estudio para mi, Le dije que el estudio era su espacio, que yo podría usar cualquiera de las otras habitaciones para mi.

— Te he visto dibujar mientras trabajo, no quiero que estés incómoda — estamos cenando, lo hacemos de manera informal en la cocina, lo hemos hecho muchas veces los últimos meses, pero es mas intimo, porque estamos juntos y no en esa mesa tan grande que está en el comedor de la casa.

— Lo he hecho muy poco James, no te preocupes por eso.— él toma una zanahoria de mi plato y yo trato de quitársela con mi cubierto.

— Pero ya la ví, y mañana la traerán — lo miro y abrí los ojos.

— ¿Por qué haces esto sin consultar? — simuló un puchero que en el fondo lo que hace me gusta.

James me consiente y por eso cada día más siento que lo amo.

Hace ya dos meses lancé mi línea de calzados, me siento tan feliz por el apoyo que me ha dado James y su familia en la empresa, también. Soy quien dirige Quality Stylo Co, todos me apoyaron y me sentía tan bien con esa decisión. Me siento en familia con los Harrison.

Hoy tengo una reunión con una nueva empresa, es poco se sabe de ella pero la propuesta me gustó. No le comenté nada a James, quise conseguir un buen trato y sorprenderlo. He visto a James hacerlo muchas veces y él me ha enseñado a discutir los tratos. Siempre hablamos sobre eso. Así, antes de entrar al sitio me sentí segura de que me iría bien, pero me equivoqué, al ver de quién se trataba, no negaré que me asusté, es que esos ojos azules de Rupert Lennux me dan miedo.

— ¡Olivia Bennett! — dice con esa voz gruesa que me aterra. No sé por qué me siento así.

— ¡Rupert! — le digo, Gisselle me acompaña así que como yo quedo sorprendida.

— ¿Podríamos tener un almuerzo solos? — pregunto mirando a Gisselle y yo la mire y pude ver en sus ojos que no quería dejarme.

— Si...si...Gisselle...te llamo — le dije.

Deje que se fuera y Rupert me sorprendió levantándome y sacándome la silla para que me sentara a su lado.

— Siéntate Olivia — sonreía y en verdad no entendía porque, su sonrisa era extraña.

No me gustaba Rupert, hablaban muy mal de él, tiene una horrible reputación con lo referente a las mujeres,y su negocios son muy dudosos, hablan de drogas y armas. No me lo dijo James, que ya me advirtió que me alejara de el hombre. Pero ahora estaba aquí y debía por lo menos saber porque.

La Pequeña HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora