Luego de estar toda la mañana terminando de comprale algunos cojines y adornos para decorar el estudio de James, que es lo que falta por terminar en la casa, también compramos ropa para Aba, que la necesitaba, la convenzo para ir a comer en el restaurante italiano que me gusta ir. Le insisto que nos meteriamos en un privado y nos cocinarian lo que deseamos frente a nosotras, a ella le gustó la idea.
—¡¡Oui, oui!! — dice celebrando — me gusta mucho tu vida chère Olivia, infinitamente distinta a lo que vivimos en Londres.
— No es tan maravillosa — digo y suspiro, todo lo hasta ahora ha sido complicado.
— Olivia, si eres como una Princesse — dice y me abraza.
— No te imaginas lo que a veces las princesas tenemos que aguantar. — llegamos y nos dirigimos hacia el lugar.
— Bonsoir — digo, miro a Aba y ambas reímos. Hablamos en francés siempre que estamos juntas. Aunque el acento de ella es mucho más notable cuando habla.
— Estamos al tope señoritas — me dice la chica que nos atiende.
— ¿Pero los VIP? — pregunto y ella revisa su libreta y me mira.
— ¿Señora...?— espera que le diga.
— Bennett, Olivia Bennnett — digo y el encargado me mira.
— Bienvenida señora Olivia, que bueno verla otra vez por aquí — él nos atendía cada vez que venía con mi tía.
— Hola Lambert — lo saludo con confianza — vengo con mi amiga a comer, pero me dicen que están llenos — el hombre ve a la mujer y luego a mi.
— Déjeme revisar — dice y le quita a la chica sus notas, yo miro a Aba que se ha quedado embobada mirando la decoración del restaurante.
Es una decoración antigua, tiene algunas espadas y algunas pinturas de la era colonial.
— El señor Harrison está aquí — dice de repente Lambert y lo miro extrañas —
— ¿James está? — digo el mira otra vez y su mirada me parece extraña.
— Ah disculpe, no creo que sea él — me dice y le quitó la carpeta y miro el nombre de James al lado el de Susann Lennux y me calentó el cuerpo de la rabia que siento.
— Si, es él — digo y miro bien dónde están y entró, detrás se mi viene Aba y Lambert.
Mis pasos son seguros y mi corazón galopa como caballo desbocado. Antes de abrir la puerta del privado lleno mis pulmones y me quedo paralizada cuando entro y miro a MI ESPOSO con la mano agarrada de La chica Lennux quien se inclinaba hacía él.
Los quiero matar a los dos.
— Señora Olivia — dice Lambert y yo sin mirarlo digo:
— ¡Si es mi esposo que está aquí! — digo como si estuviera sorprendida.
Me había dicho que no me defraudaría,y aquí está engañandome con su ex.
No digo nada a la pareja pero si pido que me dejen a solas con ellos.
— ¿Ada te molestaría salir y ya estoy contigo? — James me mira y se levanta de su silla.
— Claro Olivia — ella se lleva al hombre — vamos y me muestra el restaurante.
— Pequeña es...
— ¡Shhhh! — digo molesta, quiero gritar, quiero golpearlos, quiero...miro a Susanna que ni se inmuta.
Sabe quién soy, yo sé quién es ella. Pero como que le tengo que recordar quién es James.
— ¿Disfrutan su almuerzo? — Digo y llegó dónde está él, me toma la mano y hago que me suelte.
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La Pequeña Heredera
RomanceResumen Olivia Bennett vuelve a Inglaterra luego de una ausencia de 10 años, no porque ella lo quiso, si no por culpa de su madrastra, quien empeñada en darle un heredero a su padre, convence a Henrry Bennett de enviarla a un prestigioso internado e...