28. Celos

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— Hoy iremos a una reunión, es importante — me dijo al entrar en mi oficina.

Ya había pasado unas semana desde que regresamos de Italia. El doctor me hizo una revisión médica porque tenía un virus, ahora estoy algo anémica y un poco deshidratada. No he comido bien y apenas hoy piso la oficina después que me convertí en la "esposa" de James.

Pero está semana me ha llenado de muchas noticias, luego que él haya ido a un almuerzo con Sussan Lennux. Sé quién es y lo que representa su apellido. Solo ella tiene tres empresas muy reconocidas: Jasmin (empresa dedicada a los cosméticos de alto costo) Roses Roses (perfumes exclusivos) y su nueva empresa Avanc (accesorios de cuero: carteras,correas, Pulseras) todo lo que sea para completar tu vestimenta. Lo más importante era la calidad y exclusividad de lo que hace. Es que ella y su familia tienen un gran mercado de belleza a sus pies, y leí lo importante que sería una fusión con ellos. Pero eso no me preocupaba, sino la estúpida cara que tenía James en las fotos mientras comía con ella.

A pocas semanas de nuestro matrimonio y ¿él se va almorzar con una mujer como Sussan? Y ¿mirarla así? Estaba molesta.

— No hay problema, ya compré un vestido — le digo y me mira sorprendido.

— ¿Ya lo compraste? — me pregunta

— Si, es la cena con los Lennux ¿no? — se sorprendió aún más.

— Si, si...bueno nos veremos en la casa — y se fue, no sé si estaba nervioso o sorprendido que supiera sobre la cena.

Ya papá me había dicho sobre la cena, ya estaba cabreado como yo por la estupidez de él de ir almorzar con la chica Lennox. Y ahora con Giselle que será mi asistente personal, ya sabré dónde carajos estará James, así no me lo diga él mismo. Porque nuestros asistentes deben compartir información para organizar las agendas de ambos.

Así que esa noche, elegí un vestido bronce, que hacía acentuar más mi piel blanca y con escote en los hombros, podría mostrar mis pecas. Mi tía me insistió que debía ser conservadora, ya era una mujer casada, pero soy joven y mostrar lo que tengo no está mal. Aunque baje de peso desde que me casé. El vestido quedaba muy justo hasta las caderas y luego tenía una falda de vuelos que llegaba a mitad de mis piernas,mostrando mis rodillas, con unos zapatos negro Valentino con cartera a juego.

Cuando me miró me sentí satisfecha, sus ojos solo quería que me viera esta noche a mi, no a Sussana.

Lo sé, son celos los que siento, porque hasta ese momento la atención de James era solo mía, y por una extraña razón esa mujer me la estaba quitando y no la dejaré.

— Estas hermosa — me dijo mientras me ayudaba a subir al auto. Ya los días de tormenta se habían ido, pero la humedad seguía con un calor extraño. Así que no me cubrí los hombros desnudos.

Lo miré y sonreí.

No hablamos por un largo rato, lo sienti suspirar y tomar aire.

— Necesito que entiendas lo importante se está cena Olivia — dijo de repente

— Lo sé, se quieren son y se sobre la fusión. No haré nada para arruinarlo — digo tratando de permanecer tranquila y no mostrar que estaba molesta. ¿Por qué él le trataba de esa manera? No soy boba, sé lo importante del negocio.

— Ok, pero en verdad es importante...

— ¡Lo sé James!

— Solo necesito que me digas que lo entiendes!

— ¿Qué te pasa? — le pregunto molesta — ¿crees que arruinar todo con tu novia?

¡Mierda!

La Pequeña HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora