Capítulo 68

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Maratón 4/?

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Maratón 4/?

Maia seguía dormía cansada en la cama que compartía con Tom, las sabanas cubrían su cuerpo desnudo mientras la mirada penetrante de su amado estaba sobre ella.

Con una mano él acaricia su oscuro cabello, sintiendo lo sedoso y suave que es, la restante traza figuras y garabatos sobre la piel de su brazo. Simplemente tocar la gélida de su tez era placentero, hace algunas minutos la seguía disfrutando entre sus piernas y ya lo había dejado completamente satisfecho.

La atención de Tom se ve robada por Nagini, quien se escurre por la cama y se acomoda contra el cuerpo de Maia, ubica su cabeza triangular en el cuello de la joven para mirar a su amo. Le sisea algo que lo hace sonreír a medias por semejante ocurrencia.

-Aún no es tiempo de herederos, Nagini.- sostuvo volviendo a mirar el pacífico rostro de su amada.- No después de...

El reptil sisea nuevamente, le reprocha tan poco convincente respuesta, ansía ver un heredero de su amo y ama. Le asegura que sus herederos serán tan divinos como la mujer que ahora respira tranquilamente bajo su garganta.

-No, Nagini.- sentenció perdiendo poco a poco la paciencia que no posee. Estrepitó con un timbre de enfado que logra sorprender a el Lord.- Por que los bebés significan que se acabó el sexo.- declaró aproximando su mano a la cabeza de la serpiente para removerla del cuello de su mujer.

Pero a mitad de accion la serpiente continúa su gruñido de protesta iniciando una pelea de palabras y declaraciones con su amo, finalmente la ridícula discusión logra que interrumpan el sueño de Maia.

-Les recuerdo a los dos, que no habló parsel.- hablo adormilada y frotando sus ojos.- ¿Pueden hacerme el favor de traducir?

Sus oídos denotan un extraño susurro tan solo a centímetros de su rostro, sin aún abrir los ojos, la sensación de algo cálido contra su espalda y un ligero peso en su cuello seguido de un lambisco en su mandíbula la hace sonreír.

Nagini continúa su protesta, alega que sería una calificada y óptima nodriza, mientras Tom escucha la dicción agresiva y reprochante de Nagini.

-Basta.- asevera antes de empujar a el reptil de un manotazo. 

Y consiguiente a esto Nagini se escurre fuera de la habitación susurrando cosas incomprensibles para Maia. Tom representa la furia en su rostro mientras escucha las barbaridades que el reptil sisea en su partida, pero no era entendible para la azabache.

-Ya me van a decir porque discutían.- cuestiona divertida.

-Nada importante...- dijo este posando su cabeza en el pecho de su mujer.

-Nada importante.- dijo con ironía.- Entonces porque Nagini se fue enojada.- Tom rodó los ojos.

-Nagini estaba insistiendo en...- se quedo callado, no quería incomodar a Maia.

LIMERENCIA [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora