Capítulo 46

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Maia se levanto de mal humor y con un genio que ni ella lo aguantaba, ¿y el por qué? 3 de noviembre, su cumpleaños y el dia en que le arrebataron la inocencia

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Maia se levanto de mal humor y con un genio que ni ella lo aguantaba, ¿y el por qué? 3 de noviembre, su cumpleaños y el dia en que le arrebataron la inocencia.

Bajo por las escaleras para llegar a la sala común allí se encontraban la mayoría de sus conocidos, iba a seguir caminando ignorando a todos pero su plan falló.

-Maia ¿no saludas?- la detuvo Bellatrix.

-Buenos días.- dijo con una sonrisa forzada.- Ya los saludé ¿feliz?

- No seas grosera primita.- se levantó Bellatrix de donde estaba sentada.- Ups casi lo olvido, feliz cumpleaños primita.

- Feliz cumpleaños Maia.- dijo sonriendo Lestrange.

- No hay nada de feliz.- dijo la pelinegra con un tono frío.

- Eso no son los modales que te enseñaron Maia.- se burló Bellatrix.

-Dejala en paz, mejor ve a joder a tu madre.- habla Emely cruzándose de brazos.

-Oye, estas también hablando de mi madre.- dice Cissy sonando algo ofendida.

-Lo siento rubia, se me olvido que esta desquiciada es tu hermana.- responde con una sonrisa Emely contagiando a Narcissa.

Maia solo rodo los ojos divertida al ver la mini discusión con sus amigas, se dirigió a la salida de la sala común pero nuevamente la voz chillona de Bellatrix la detuvo.

-Cumplañera, ¿Ya te vas?

-Bella callate.- dijo Cissy con voz autoritaria.

-Ya eres mayor de edad, ¿Qué se siente?- ignoro lo que su hermana le dijo.

Maia dio vuelta para verla directamente a los ojos y con pasos seguros como firmes se acercó lo suficiente a ella.

-Lo mismo que sientes tu, al no casarte con la persona que amas.- susurro solo para que ella escuchara, la cara de Bellatrix se desarmó por completo.

-¡Eres una hija...- es interrumpida al instante.

-¿Que sucede aquí?- la voz fría de Riddle hizo que todos a excepción de Maia bajaran la cabeza.

-Nada importante, solo habla con mi primita.- dijo Maia resaltando la última palabra, se dio la vuelta y salio de alli hasta llegar a la biblioteca sin decirle a nadie.

Llevaba 4 horas en la biblioteca y no había sentido el tiempo, estaba tan concentrada en el libro que no se dio cuenta cuando Tom se sentó a su lado, hasta que el pelinegro quito el cabello que caía en el cuello para iniciar dejando besos.

-Tom...- susurro está soltando jadeos.

-Mhmm...

-Aquí no, hay personas alrededor.- dijo la chica y Tom solo gruño.

-Te tengo un regalo.

-Tom no...- hablo cerrando el libro.

-Ya se que odias este dia.- ella lo miraba fijamente, Tom le dio un beso corto antes de volver hablar.- Ya sabes que no soy mucho de afecto y todas esas cursilerías.- Maia soltó una risita.

LIMERENCIA [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora