LIMERENCIA [1]

Capítulo 45

Maratón 5/5

El año en Hogwarts empezó bien, tuvieron las cenas con Slughorn, Maia tuvo el primer partido de Quidditch al mes de comenzar las clases.

El chico patrullaba todas las noches con Evan Rosier. Parecía un año tranquilo, pero no lo era, Tom se reunía una vez a la semana con sus seguidores más fieles, "El Profeta" empezó a dar noticias de desapariciones de impuros, de vez en cuando encontraban cadáveres de Mestizos, traidores de sangre, que aunque nadie lo sabía aun eran causadas por los mortifagos, aparte de que el plan del chico iba a la perfección...

¿Quién iba a sospechar de un prefecto de último año, enamorado? ¡Nadie!, el heredero de Slytherin se había esfumado del castillo, pero apareció en el resto del mundo de forma anónima.

Por otro lado, Maia se daba cuenta que el director confiaba mas si pertenecían a los leones por lo que se dispuso juntarse un poco más con Sirius y su grupo de amigos, para cuando fuera necesario persuadirlos de que tanto ella como Tom eran inocentes.

Riddle no estaba de acuerdo, pero Maia siendo alguien que sabía manipular demasiado bien, lo convenció al final a regañadientes, aunque sabía que en el fondo le convenía.

Y mientras que todo esto sucedía Dumbledore no le dejaba de quitar la mirada de encima a Maia y a Tom; desde que descubrieron el cuerpo de Myrtle todo se había tornado en mas desconfianza del viejo de los lentes en media luna.

-¿Por qué tardaste tanto?- dijo Sirius desesperado. -Te esperamos hace horas.

Hace unos días Maia había quedado con Sirius y Remus de ir a Hogsmeade a pasar el tiempo que falta les hacía. Habían invitado a James y Lily pero al parecer tenían una cita.

Aparte que Sirius siendo un dramático le reclamó a Maia que prefería a Regulus que a su mellizo, algo que le dio gracia a la pelinegra pero terminó aceptando.

-Lo siento, estaba terminando unas cosas.- dijo sonriendo. - Vamos a Hogsmeade par de quejones.- agregó abrazándolo a su hermano.

-Yo no me quejé, vamos primero a Honeydukes necesito dulces. -dijo Remus sonriendo.

-Concuerdo contigo. - dijo riéndose, Remus desvió un poco la mirada nervioso.

-Yo quiero ir a las Tres Escobas.- comenzó a decir Sirius.

-¡Oh! Yo sé por qué quieres ir, deseas visitar a tu novia Madame Rosmerta.- Interrumpió la chica de manera burlona.

-Ja, ja, que chistosa Walburga. -dice sarcásticamente y su hermana le da un codazo.- ¡Auch!

-No me llames Walburga.- lo señaló con advertencia.-Vamos antes que nos dejen.