Capítulo 43

893 70 0
                                    

Maratón 3/?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maratón 3/?

Luego de varias charlas más y que Maia sólo se limitará a escuchar detenidamente para ya más adelante si era necesario hacer cambios que los beneficiarán, todos se fueron a sus cuartos, exceptuando a la pelinegra quien subió al cuarto con Tom.

-Bien hecho.-dijo este cerrando la puerta para luego hechizarla como siempre.

-Tú me incitaste a hacer eso, y se sintió bien, no te lo niego.- dijo Maia con una sonrisa sentándose en la cama.

-Fue impecable mon étoile, diría que casi estas a mi altura, ahora te temen casi tanto como a mí, y no se atreverían a delatarte jamás.- habló este acercándose lentamente a la cama para luego atrapar a la chica entre sus brazos y el colchón sensualmente.

-E-eres un tonto...- empezó a insultar cuando Tom la besó y la acomodó mejor en la cama, el chico le quitó la túnica dejando a Maia con la camisa y la falda del colegio, acariciaba la cintura de esta lentamente por arriba de las prendas cuando ella le quitó a Tom la corbata. -Tom... - susurro la pelinegra sobre los labios del morocho cuando este se alejó sonriente.

-Fue divertido verte torturar a ese idiota.- dijo el chico mientras se sacaba la camisa dejando a la vista sus marcados pectorales y los gruesos brazos, empezó a desabrochar la camisa de Maia pero en el 3er botón está lo paro.

Tom sonrió de lado y le beso la mejilla cuando iba caminando hacia un baúl grande, la chica estaba hipnotizada por la silueta del joven, aunque no era la primera vez que notaba su buen físico, el peli oscuro tomo de su baúl una camiseta y se la dio a Maia.

-Pontela, quiero que duermas aquí, y si vuelves a tu cuarto y te chocas con Rosier tendremos problemas.- explico Tom.

-¿Desde cuando Tom Riddle evita problemas?- preguntó juguetona. Tom soltó una risita y acerco a los labios de esta pero sin besarla.

-Para no levantar sospechas mon capricieux.

Se separó de él aún con una sonrisa y se dirigió al baño para ponerse la camiseta y dejando el uniforme, salió del lugar volviendo al cuarto cuando se encontró a Tom en ropa interior entrando a la cama.

-¿Te vas a quedar allí parada? Ya ven.- le dijo él.

Se recostó a su lado acomodándose sobre el pecho de Tom, este comenzó a acariciarle el cabello y casi inconscientemente sus piernas quedaron entrelazadas bajo las sábanas.

Nagini estaba en un sillón en una esquina del cuarto ya dormida, Maia se durmió después de unos largos minutos, él se quedó despierto contemplando la belleza de la chica durmiendo, tan tranquila, tan cálida, y pensar que hacía un rato esa chica estaba torturando con una maldición imperdonable a otro chico hacia que Tom la deseara.

LIMERENCIA [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora