LIMERENCIA [1]

Capítulo 75

Último Capítulo.

Llega un momento en el que debes tomar una decisión que cambié tu vida ya sea para bien o para mal. En nuestras manos tenemos el poder si volvemos cometer el mismo error, el que queramos reparar los daños no cambia nada de lo que cometimos, solo toca vivir con las consecuencias.

La azabache hace unos días atrás recordó de la vez en clase de adivinación.

-U-usted tendrá un futuro complicado, tendrá que separarse de los suyos con tal de salvarlos y llegara el momento  que tomará una decisión que definirá el resto de su vida.-

Solo si hubiera prestado atención tal vez fuera diferente, pero no era tiempo de lamentaciones. 

Maia logro convencer a Tom de que no era necesario que los ineptos de sus seguidores la vigilarán, la chica le recordó la promesa de hace unos años en la cámara secreta y ella lo iba a cumplir, además no tenía de otra.

Al principio se negó rotundamente pero luego aceptó decidió darle una oportunidad. Desde que se levantó ese día en la que era su habitación en Grimmauld place #12, volvía a tener un mal presentimiento, él mismo que había tenido el día que Regulus había muerto; como no era la primera que pasaba, se resigno a que iba a pasar algo malo, y lo que fuera lo iba a recibir con gusto.

Maia caminaba por el Callejón Diagon sin molestar en cubrir su rostro, ya había solucionado los problemas que tenía con su familia, al parecer querían discutir por quien sería el nuevo Lord Black, a lo que quedaron en que Emely o Maia debían tener un varón, la pelinegra no opino solo asintió, antes de regresar a la mansión Riddle iba a la biblioteca por unos libros.

-Maia.- la voz de su hermano la saca de sus pensamientos.

-Sirius, ¿Qué bueno es verte?- le dice Maia con una sonrisa de lado.

-Ya no nos dijiste nada sobre lo de aquel día...- comenta viendo a los lados.

-Ya no haré nada, dejare que las cosas tomen su rumbo.- dice y notó una cabellera rubia a lo lejos.- Tengo que irme, fue bueno verte. Adiós Sirius.- se despide.

Siguió caminando dejando a su hermano desconcertado con sus palabras, ya que había sonado como una despedida, pero no quería darse esa idea. Maia siguió caminando mientras seguía divagando en sus pensamientos, que no se dio cuenta que había chocado con una persona.

-Lo siento.- se disculpa el mago.

-No se preocupe.- dijo siguiendo su camino.