Capítulo 70

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-Joder, jamás me podré cansar de verte.- murmura Tom mientras se posicionaba detrás de Maia quien se miraba en el espejo.

-¿Quién podría dejar de ver mi belleza?- inquiere arrogante.

-Exacto, cualquier idiota que pase a tu lado.- la azabache rueda los ojos divertida.

-Ajá, pero sólo tú tienes la suerte de tenerme y alabarme por completo.- sonríe dando la vuelta y colocando sus brazos alrededor del cuello de Tom.

-Te amo mi señora Riddle.- admite el hombre besandola con ferocidad, antes de separarse muerde el labio inferior de Maia.- ¿Harás algo mañana por la noche?

-Iré a la cena de mi hermano.- responde sonriendo ladina.

-¿Cena?- inquiere.- ¿Y supongo que estarán...?

-Si amour. Y por favor no empieces...- lo señala.- Ya hablamos de eso, estarán ellos y también las chicas. Sólo vamos a cenar, comer y hablar.

-Esta bien.- suspira rendido, no le apetecía tener que discutir con ella en esos momentos.- Pero tendrás que recompensarlo está noche.- sonríe ladino.

-Pues, por mi encantada...- murmura encima del cuello del Tom.- Sabes que amo pasar tiempo contigo.

-Ama...- Diki aparece haciendo una reverencia mientras ambos se separaban.- Diki lamenta interrumpir, pero venía avisarle a mi señora, que su hermano la espera en la sala principal.

-Esta bien Diki, puedes retirarte.- asiente Maia sonriendo ladina. Cuando el elfo desapareció, la azabache beso a Tom.- Ya quedamos ¿no? En la noche.

-En la noche, mon etoile.- asiente.- Y una cosa más, no te quiero cerca de Nott, Maia. Hablo enserio...- agrega al ver que iba a reclamar.- Lo soporto y lo mantengo con vida por ti, pero cuando quiera, desaparece.

Maia suspira pesadamente y sale de la habitación, estaba cansada de tener que aguantar celos innecesarios por parte de Riddle. Después de lo que paso en la boda de Emely, dejo en claro que tenía intenciones de volver a cometer tal error.

-Deja de verme de así.- dice Maia cuando entro a la sala y Regulus se puso de pie viéndola con una sonrisa cómplice.

-Discúlpame hermanita, pero simplemente sigo sin creerlo.- responde mientras la abrazaba suavemente.

-Ni yo.- murmura al separarse.

-¿Ya le has dicho?- inquiere Regulus con cautela y Maia hace una mueca caminando al ventanal que daba al jardín.- Maia...

-Las cosas están complicando cada vez más Reggie.- admite con tono serio.- Hay algo que me impide confesarlo, tengo un presentimiento que algo va cambiar.- lo mira de reojo.- Y sabes que cuando tengo esos presentimientos, se cumplen.

LIMERENCIA [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora