LIMERENCIA [1]

EPÍLOGO

El entierro de Maia Black, terminó siendo un evento que nadie pudo prever, aunque Dumbledore siempre sospechó que algún día sucedería. Ya que Maia había sellado su destino el día que decidió enamorarse de Tom Riddle.

Sirius enterró a su melliza a lado de donde había sido la ceremonia de Regulus. Varios cercanos de la familia se encontraban haciendo compañía, los señores Black se encontraban enterrando a su única hija, a un lado de ellos se encontraba Arcture Black con la mirada baja, él hombre desde el primer segundo que se enteró, estuvo insistiendo en querer confrontar a Tom; pero los chicos lo detuvieron.

Narcissa Malfoy era de las pocas personas que se encontraba destruida completamente, acariciaba su vientre mientras las lágrimas caían por su rostro, recordando la última vez que vió su prima.

Emely Black, también estaba destruida, hace poco había enterrado a su esposo y ahora estaba enterrando a su mejor amiga. Lo que más le dolía es que después de ese día, ya no se volvieron a ver, ni siquiera hablar; la última vez que la vió fue la última vez que miró a Regulus Black.

Para la rubia como para la castaña, no solo habían perdido a una prima y mejor amiga, si no que para ellas Maia fue su hermana y su confidente en muchas situaciones. Ahora se tenían solo a ellas, e iban a honrar la memoria de la Black hasta el fin.

Los chicos seguían conmocionados, intentando asimilar como o cuales pudieron ser las razones para que Maia no haya podido prever ese destino.

Sirius Black estaba demasiado devastado por la pérdida de su única hermana, ya que ni le tomó importancia a las miradas de desprecio que sus padres y familia le daban, al final solo le importaba despedirse de su hermana como diera lugar.

-Le sang fait la parenté, mais la loyauté fait la famille.- dicen los chicos al mismo tiempo antes de empezae a retirarse del lugar; Sirius se despidió por última vez y se fue de allí junto a los Potter.

Cuando todos se fueron del lugar, una sombra se adentró en el cementerio, aprovechando el momento justo. No por miedo, sino porque no quería que nadie supiera que le importaba esa persona recién asesinada. Caminó hacia las dos tumbas en el suelo, para luego ir hacía la de Maia y caer de rodillas en ella.

-Lo siento...- sollozó aquel mago al que todos en ese momento temían.- Jamás mandé a acabar contigo, cariño, tú sabes lo importante que eras para mí.... Pero no te preocupes los culpables ya están muertos, los responsables de tu muerte han pagado por ello, aunque eso no te devuelva a mi lado... Mi pequeña Black, no quería creer que era cierto cuando Malfoy, vino a decirme por tu muerte. No quise creerlo cuando lo vi publicado en el profeta, ni cuando vi cuando descendían tu cuerpo en la tierra.