Capítulo 72

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Caminaba por un pasillo desolado, miraba para todos los lados pero no había nadie, éramos la soledad y yo. No sabía para dónde ir, el pasillo parecía infinito así que daba igual para que lado caminara. Después de caminar lo que para mi fue una eternidad, vi a lo lejos alguien sentado en el suelo. Al principio pensé que era un niño ya que se veía que era bajito y regordete, pero al acercarme pude ver qué en la parte superior de su cabeza no había cabello pero a los lados sí, lo que me hizo pensar que era un hombre de edad avanzada.

A medida que me acercaba empecé a escuchar que murmuraba cosas y se escuchaba temor en su voz. Cuando estaba a solo unos pasos de distancia el hombre se paró de golpe y me miró... Entonces supe quien era...

T/N: No... -retrocedí- esto no puede ser... tu estas muerto...

Estoy aquí porque tu quieres que así sea -su voz era fastidiosamente aguda y cada cierto tiempo movía la cabeza rápidamente como un roedor-

T/N: ¿Por qué demonios querría verte a tí Pettigrew? -escupi- no eres tan relevante para mí como para que quiera verte, a menos que necesite un saco de basura para golpear...

Pettigrew: ¿Con... Con qué me golpearas? -sonrió horriblemente señalando mi mano faltante- yo puedo ayudarte... somos iguales -levantó su mano la cual era de metal-

T/N: No somos iguales pedazo de estúpido... tu te cortaste tu propia mano porque eres un patético perro faldero.

Pettigrew: Con solo un movimiento de mi varita y tu brazo estará como nuevo -saco su varita-

T/N: ¿Crees que soy estúpida? Es magia oscura y toda la magia oscura deja rastro... No quiero despertarme en medio de la noche siendo ahorcada por mi propia mano... además, esto es solo una puta pesadilla -me di media vuelta y empece a caminar-

Pettigrew: Podrías hacer cosas ma-maravillosas con magia oscura -me jaló del brazo-

T/N: Alejate de mi rata asquerosa -lo empuje y salió volando y desapareció en la oscuridad- a la verga! -dije sorprendida- tal vez Sirius tenía razón, la fuerza me acompaña, ya solo me falta un sable de luz... o quizás es solo el hecho de que estoy en un sueño y puedo hacer lo que quiera -sonreí- como sea, creo que enloqueci, ya hasta hablo sola.

El lugar donde estaba se empezó a oscurecer y empecé a escuchar una voz a lo lejos. Todo se puso borroso y desperté.

Harry: ¿Estás bien? Estabas pataleando y murmurando cosas -dijo sentándose a los pies de la cama-

T/N: Estoy bien -me senté y limpie el sudor de mi frente- solo un mal sueño.

Harry: ¿Segura?

T/N: Si... ¿Que mas podría ser?

Harry: Nervios tal vez, hoy es tu cita para la prótesis.

T/N: Por Merlin, es cierto -dije un poco nerviosa-

Harry: No puede ser -se rio- lo olvidaste.

T/N: Claro que no -trate de fingir pero no funcionó-

Harry: Aja... -dijo con una sonrisa- será mejor que te bañes, debemos salir en media hora y estoy seguro de que Hermione ya esta en San Mungo esperándote.

T/N: Le tengo más miedo a Hermione enfadada que a un brazo falso -me levanté y corrí al baño-

Harry: Te empacare algo de comer para llevar, no creo que alcances a desayunar -dijo en voz alta-

T/N: Gracias mamá!!! -grite-

Me bañe y aliste lo más rápido que se puede con una sola mano y baje corriendo las escaleras pero no calcule muy bien mis pasos y en el último escalón resbale y caí de jeta contra el planeta.

¿Por qué yo? (Hermione y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora