Capitulo 68

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Una luz entró por la ventana de la habitación y me dió directamente en la cara, frunci el seño y empecé a abrir los ojos lentamente. Me sentía muy débil, levanté mi mano para tapar un poco el sol y sentí algo en mi rostro, era una máscara de oxígeno ¿Donde estaba? Me sentía mareada. Me quite la máscara y lentamente examine todo a mi alrededor.

Era una habitación mediana, al lado de la camilla había un sofá y una mesita. Tenía el brazo izquierdo vendado y el derecho estaba canalizado, tenía varias cosas pegadas en el pecho y una cosita en el dedo índice. Traté de sentarme pero el mareo no me dejó, busqué mi varita y no estaba por ningún lado y tampoco había nadie cerca, era simplemente irritante.

T/N: Hey! -dije lo más fuerte que pude pero la voz me salía débil- Hey!!! -la voz me salió igual-

Respiré profundo y me senté, espere a que mi cabeza dejara de dar vueltas y muy despacio me levanté de la camilla, por poco y me caigo ya que mis piernas no reaccionaban igual que siempre. Empecé a empujar la cosa donde estaba colgado el suero que tenía canalizado y caminé hacia la puerta. La abrí y asomé la cabeza pero no había nadie así que salí, caminaba supremamente despacio, como una anciana de 90 años, pero es que mi cuerpo no tenía muchas fuerzas.

Ni siquiera me había dado cuenta que estaba descalza hasta que empecé a sentir el frío en mis pies, la bata que tenía me cubría la parte de adelante pero atrás estaba un poco descubierto, al menos tenía calzones. Llegué a la recepción y había una mujer robusta pero su cara era amigable.

Mujer: Por Merlin -se levantó de golpe- ¿Que haces caminando por ahí? Aún no puedes hacerlo, es mucho esfuerzo -camino rápido hasta llegar a mi lado-

T/N: ¿Puede decirme dónde estoy? -dije débilmente-

Mujer: Estás en San Mungo cariño.

T/N: ¿Cuánto tiempo llevo acá?

Mujer: Has estado un mes en el hospital.

T/N: ¿Un mes!? No puede ser...

Mujer: El veneno de esa serpiente era muy fuerte y los médicos tardaron en encontrar el antídoto, fue muy difícil sacarlo de tu cuerpo ya que se había expandido por todo tu brazo y estaba llegando al cuello y por poco a tu cerebro.

T/N: Y... ¿Mi hermano? ¿Mi novia? ¿No han venido a verme?

Mujer: Tu hermano viene seguido al igual que tus amigos, él pidió amablemente que te dejáramos sola en un ala del hospital, no quiere que los reporteros te molesten.

T/N: ¿Reporteros? -dije confundida-

Mujer: Claro, desde que ganaron la guerra y derrotaron a tu sabes quién, ahora son héroes de guerra. Todo el mundo mágico habla de ustedes y sus hazañas -dijo emocionada- en los periódicos se habla de ustedes y sus dos amigos, han salvado al mundo!

T/N: ¿Donde está mi novia?

Mujer: La pobre chica no salía de tu habitación, se rehusaba a dejarte sola. Tu hermano y tus amigos después de suplicarle que fuera a descansar un poco accedió, se fue ésta mañana, no creo que tarde mucho.

T/N: De acuerdo... -suspire- ¿Puedo preguntarle su nombre?

Mujer: Soy Sally, querida. Puedes hablarme de tú, no hay por que ser tan formales -me sonrió-

T/N: Gracias Sally -le sonreí igualmente-

Sally: Déjame llevarte de vuelta a tu habitación -puso mi brazo en sus hombros para ayudarme a caminar-

T/N: ¿Puedo pedirte un favor? -dije mientras caminabamos-

Sally: Claro, lo que sea.

T/N: Muero de hambre... ¿Podrías traerme una hamburguesa?

¿Por qué yo? (Hermione y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora