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"Solicitud denegada"

Debía ser una maldita broma.

Jimin pensaba que era un mal juego lo que habían escrito en el papel amarillo como respuesta a su petición para el día afuera de Jungkook. En las prisiones anteriores no se habían negado.

Miró de nuevo al joven que se encontraba sentado al otro lado del escritorio en la recepción con expresión aburrida. Ese mismo que en cada visita se aseguraba de decomisar sus cosas y revisar que no tuviera nada peligroso, parecía aburrido de su trabajo o de verle la cara a Jimin.

— ¿Hay alguna razón para que sea denegada?

El joven lo miró de nuevo, dejando de lado los papeles que llenaba y sonrió burlón masticando un chicle.

— ¡Claro que no! — expresó con sarcasmo, regresando de inmediato esa apagada expresión y seriedad. — El recluso 1369 presentó actos violentos hace tan sólo una semana y parece haberse burlado de su castigo. No podemos permitir que cause disturbios en la tranquilidad de los ciudadanos.

Rascó su ceja con cansancio, relamió sus labios y se acercó más al escritorio. Trataba de convencerlo con la mirada aunque el recepcionista parecía no tener reacción alguna.

— El recluso firmó una hoja de consentimiento donde se le da como recompensa un día fuera de la prisión a cambio de una entrevista personal. Debo cumplir con mi palabra.

— ¿Soborna a los prisioneros y les asegura salir sin siquiera consultar antes a la prisión? — interrogó el chico con una ceja alzada y brazos cruzados, sonrió luego. — Eso es muy estúpido de su parte, oficial.

— Las anteriores prisiones no han tenido problemas con ello.

— Pues supongo que se olvida un pequeño detalle. Ésta es una prisión de alta seguridad y no vamos a permitir que por un policía caprichoso se dañe nuestra reputación y seguridad. — se puso de pie y con un brazo le indicó la salida. — Así que lo invito a que se vaya, tengo mucho trabajo que hacer.

Era el colmo.

Jungkook era alguien inteligente y sabía que iba a reprochar el incumplimiento a su "contrato". Podría traerle problemas.

Salió de la prisión cargando su mochila y el maletín donde guardaba el tripoide con la cámara, se quedó a las desérticas afueras y sin dirigirse a su auto tomó su teléfono para llamarle a quien de seguro podía ayudarle. Kim Namjoon siempre sería su arma secreta.

Luego de explicarle la situación, el de piel trigueña le indicó que esperara, hablaría con el director de la prisión y haría lo posible por ayudarlo. Luego de casi treinta minutos donde tuvo que entrar a su auto para prender el aire acondicionado debido al ardiente calor de verano, por fin tuvo la llamada de vuelta.

Concedió el permiso de ocho de la mañana a ocho de la noche, no más lejos de Cheongsong-gun. — le informó al castaño con voz seria, escuchó cómo el metal de las gafas chocó con la madera del escritorio al dejarlas sobre él y luego el sonoro suspiro de su superior. Lo conocía tan bien que de seguro estaba tallándose la sien con los dedos. — Llevarás contigo dos policías y Jeon Jungkook será tu total responsabilidad.

— ¿Debo ir con ellos?

Y en tu auto. Escucha esto, Jimin, ese recluso causó problemas y demostró ser fuerte, estás arriesgándote a que algo pase.

— Debo cumplir con mi palabra, Hyung.

Lo sé, es por eso que logré que lo hagas. El director recalcó el hecho de que Jeon es tu responsabilidad y cualquier cosa que haga será culpa tuya.

En la mente de Jeon | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora