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Condujo aproximadamente cuarenta minutos desde Daeyeongro hasta Namcheongdong-ro, en el complejo de departamentos Kolon Golden Beach. Tenían una hermosa vista hacia el icónico puente Gwangan.

Entró al edificio 2 de 10 y subió hasta el piso 12. El departamento de su amigo era uno de los primeros hacia la derecha del ascensor.

Tocó el timbre y unos momentos después, la puerta fue abierta dejando ver a Sungwoon. El chico de baja estatura lo dejó pasar preocupado al ver los ojos llorosos de su amigo, lo guío hasta el cómodo sofá y se sentó junto a él.

— ¿Estás bien?

A todos nos han preguntado alguna vez esto. Nos han dicho esas dos palabras tan pequeñas y filosas como una aguja, una astilla o la punta de un cuchillo. Todos alguna vez hemos sido un globo lleno de helio que naufraga en la nada y de pronto, choca con esa filosa pregunta. Esa pregunta que te rompe y hace que explotes las emociones que has guardado y acumulado por tanto tiempo.

Y así fue como Jimin volvió a llorar en los brazos de su amigo, se desahogó entre balbuceos y amargas lágrimas. Sungwoon le daba caricias en la espalda y lo escuchaba atentamente, conocía toda la situación de Jimin pero aún así se la contara mil veces, mil veces lo escucharía si es lo que lo hacía sentir mejor.

Cuando el llanto del castaño disminuyó. Sungwoon lo miró con una pequeña sonrisa contagiando al castaño.

— Lo siento, sé que no debería llorar por él pero-

— Lo que te hizo fue horrible, pero sabemos que vas a salir bien de ésto.

— Nunca debí confiar en él.

— Sólo estabas muy enamorado, cualquiera habría caído.

— Tines razón. — sonrió avergonzado. — Después de todo ¿Quién se resistiría a un amor lleno de adrenalina?

— Absolutamente nadie. — bromeó de vuelta. Jimin limpiaba los rastros de lágrimas y sorbía los mocos en su nariz, el pelirosa se estiró para alcanzar el paquete de clinex y darle un par a su amigo. — Además, mira el lado bueno, ya no te dejarás envolver por tipos manipuladores y debido a la ruptura se te ocurrió un proyecto que será un avance para las investigaciones.

— Ni siquiera sé si en verdad lo aprobarán. Namjoon aceptó sólo para mantenerme lejos de la estación.

— Tal vez lo hizo para protegerte de los malos comentarios. Él siempre se ha preocupado por tí, desde pequeños.

— Namjoon y Hoseok son los únicos con buen corazón en ese lugar. Es una lastima que Kim se deje llevar por la corrupción.

— En éste cruel mundo, si no te dejas llevar por la corrupción lo más probable es que no veas la luz del día nunca más.

Pasaron el resto de la tarde y toda la noche juntos, bromeando, comiendo y compartiendo anécdotas y sucesos ocurridos en el tiempo que no se vieron.

Le habló de Jungkook, por supuesto.

A la mañana siguiente, cuando Jimin despertó, notó que Sungwoon no estaba a su lado en la cama, revisó el resto del departamento y se dió cuenta de que estaba solo. A pesar de que Sungwoon estaba de vacaciones, tenía una agenda que cumplir. Era muy agotador ser un idol.

Aún así Jimin le tenía envidia, de la buena por supuesto.

El castaño siempre quiso y soñó con ser un bailarín o cantante, veía a las niñas con sus tutú y zapatillas para ballet, y él se imaginaba siendo ellas. Jimin tenía una bonita voz y un talento nato para la danza. Pero era obvio que sus padres nunca lo apoyarían en cumplir ese sueño.

Por eso se convirtió en un policía que impone masculinidad, poder y seguridad. Sólo por buscar la aprobación de sus padres, cosa que terminó en una profunda decepción cuando se enteraron que su hijo único se había enredado con el detective de Delitos Mayores, poniendo en vergüenza su apellido y terminando en una horrorosa baja de su sueldo y sin siquiera derecho a un escritorio propio en las oficinas menores.

Su madre parecía tenerle resentimiento y su padre sólo trataba de mantener serenidad para no seguir atormentando a su hijo. Aún así, no aceptaban su homosexualidad.

El departamento de Sungwoon estaba desordenado, y con sus locuras del día anterior, parecía que un huracán de nombre occidental había pasado por todas las habitaciones. Así que luego de comerse el desayuno que su amigo le había dejado en la isla de la cocina, se dispuso a ordenar cada rincón y limpiar hasta dejar todo impecable. De alguna manera, limpiar era un tipo de terapia gratuita para Jimin, podía desestresarse mientras fregaba los platos, o despejar su mente mientras doblaba la ropa, encontraba tranquilidad al pasar el trapeador por las losas blancas y paz al acomodar los cojines a la perfección en el sofá.

Cuando terminó, la hora del almuerzo ya había pasado. Cerró la puerta del departamento y bajó hasta el estacionamiento, regresó a su casa con el único propósito de comer, ducharse y hacer su maleta de nuevo para partir al siguiente día a primera hora hacia Seúl.

Ya no tenía tiempo que perder, no podía darse el lujo de seguir "descansando", todo su trabajo y esfuerzo estaba en juego.











°°°

¡Hola! Esta es la primera nota que dejo desde que empecé a publicar este fic. Ya que este capítulo es demasiado corto, decidí publicar uno más.

Las actualizaciones tendrán un día de intervalo.

Debo decir que no había pasado por mi cabeza publicar En la mente de Jeon tan rápido, pero como vi que tuvo apoyo el vídeo que subí a TikTok sobre está historia, me vino un ataque de emoción y motivación para publicarla.

De verdad quiero agradecerles por apoyar mi "trabajo", hago mi mejor esfuerzo por traerles lo mejor posible y que no lean incoherencias, de verdad que todo en esta historia, por más ficticio que sea, está muy bien investigado.

De nuevo muchas gracias y espero que estén disfrutando mucho.





En la mente de Jeon | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora