007

1.2K 163 10
                                    

Eran las 8 de la mañana y su alarma sonó con el recordatorio de una visita en la prisión. Pensó que había olvidado cancelar la alarma la noche anterior, pero cuando abrió sus ojos y posó el teléfono sobre su rostro, se dio cuenta del: "Visitar a Min Yoongi en el hospital de la prisión a las 11 am."

Sus cejas se arrugaron confundido. No recordaba haber solicitado una visita, y lo peor, no sabía quién rayos es Min Yoongi.

Sintió algo removerse a su costado entre las sábanas y con temor volteó en esa dirección. Muy lentamente.

El rostro hinchado debido al alcohol y sueño de Kim Taehyung sobresalía del rollo de sábanas que cubría su cuerpo. Entonces recordó, que no recordaba nada.

El último recuerdo claro que tenía era la espalda ancha del mesero inclinada hacia su ventanilla para ver su reflejo. Nada más.

Sintió su corazón detenerse y el alma salir de su cuerpo lentamente al sentir que sólo vestía sus bóxer. Miró con ojos saltones la habitación, y en efecto, su ropa y la de Taehyung se encontraba en el piso, incluso su ropa interior.

El pensamiento de tener al mesero desnudo a su lado hizo que su cerebro explotara, lo acompañó el dolor de la resaca.

— ¿Qué hora es? — la voz de Taehyung se escuchaba más gruesa y ronca por las mañanas. Los bellos de Jimin se pusieron de punta acompañados de un escalofrío.

— Las o-ocho con trece.

— Dormiré otro rato — y así sin más se volvió a acomodar entre las sábanas. El castaño suspiró rendido y confundido, le dolía la cabeza y tenía la boca seca.

No aguantó más tiempo ahí y salió rápido de la cama, demasiado avergonzado corrió al baño y se tapó el cuerpo con la bata blanca, se miró en el espejo y vio el reflejo de su rostro hinchado y cabello enmarañado. Echó un poco de agua en su cara para refrescarse y regresó a la habitación tambaleándose un poco.

— Hace mucho calor. ¿Deberíamos ir al jacuzzi de anoche? — Kim se subía los pantalones despreocupado provocando que el más bajo se tapara los ojos de inmediato. El menor lo miró raro. — ¿Qué pasa?

— ¿Porqué estábamos sin ropa? — habló con la mano aún sobre sus párpados cerrados.

— ¿No recuerdas la caliente noche que tuvimos?

Las mejillas de Jimin tomaron un color carmín intenso al escucharlo decir aquello. En verdad no recordaba nada.

— N-no.

Taehyung rió.

Escuchó los pasos caminar hasta llegar frente a él, muy cerca. Luego el agarre de la grande mano sobre su muñeca y jalar de su brazo hacia abajo.

— Abre los ojos, ya me vestí. — hizo caso y lo vio, llevaba la ropa de anoche, un pantalón de vestir beige con un cinturón café ajustando su cintura, y una camisa de mangas largas color celeste que se abotonaba al frente. Notó una mancha roja en el hombro izquierdo. — Nos emborrachamos en un bar, le bailaste a unos señores y te saqué de ahí. Vomité a la entrada del hotel y huimos del recepcionista por los pasillos hasta que llegamos a la zona de jacuzzis. Nos metimos a uno sin pensarlo, y al salir, nuestra ropa estaba empapada y decidimos quitarnos la.

El más alto reprimió una carcajada antes de soltar la cereza del pastel.

— Y corrimos en ropa interior hasta tu habitación.

— Ay por dios... — Jimin llevó ambas manos a su cabeza. Había recreado las palabras de Taehyung en su mente y de sólo imaginar esas situaciones lo consumía la vergüenza. Si su estación se enteraba entonces sería seguro que lo despedían, no por el hecho de haber tomado hasta perder la cordura. Si lo veían otra vez de esa manera con un hombre, su futuro se vería gravemente afectado. Sin embargo, se sentía aún más abrumado por algo. — Entonces nosotros no...

En la mente de Jeon | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora