049

725 78 6
                                    

Tras llenar aquellas 290 hojas con sus datos, repitiendo una y otra vez que estaba de acuerdo con todos los términos que la ley impone, que estaba completamente seguro de ser culpable, totalmente consiente y no se encontraba bajo los efectos del alcohol o drogas al tomar su decisión; así como tampoco estaba siendo amenazado, manipulado ni forzado a declarar. Era conocedor de las posibles consecuencias y renunciaba al derecho del silencio.

Habían sido un total de 58 formularios de declaración.

Durante quince días, la policía trabajó día y noche, recopilando todo tipo de pruebas. Visitando cada escena del crimen, regresando a los lugares donde los cuerpos fueron encontrados. Tocando las puertas de las familias y conocidos de las victimas, dejando citatorios para ser interrogados y esperanzando a los seres queridos con la posible respuesta que durante años estuvieron esperando. Juntando tanto como sea posible. Pruebas, testigos, cualquier cosa que coincidiera con las declaraciones de Jeon y comprobaran sus crímenes.

Escarbaron la montaña detrás de Dugu-dong, la villa donde Jeon vivió hasta sus diecisiete años. En aquella montaña que ni siquiera tenía un nombre, encontraron los restos humanos que Jungkook presumía haber dejado ahí, dándoles la ubicación casi exacta. La policía forense identificó los restos óseos  como femeninos debido la forma del cráneo, tomando en cuenta la diferencia en la presencia de la eminencia frontal y parietal, ausencia del arco superciliar y área gonial, así como también la falta de la protuberancia occipital externa y el proceso mastoide. 

Las fracturas en forma de "cortadas" en las costillas y sobre los huesos "cúbito" y "radio" que forman el ante brazo, eran evidencia de las puñaladas que recibió antemortem, con un total de veintidós, suficientes para ser clasificadas perimortem, es decir, pudieron causar la muerte de la victima si Jeon no le hubiera fracturado la tráquea al estrangularla.

Los huesos, estaban mal separados.

Un esqueleto, naturalmente, suele separarse al terminar el proceso de descomposición, donde la piel, músculos, tendones, cartílago y ligamentos son destruidos por los hongos y bacterias, creados por las sustancias que generan las células al romperse. Sin embargo, los huesos de la mujer, estaban separados mediante fracturas provocadas por alguna especie de martillo o bate, que al ser golpeados fuertemente contra las extremidades, cada golpe causaron su fractura. De acuerdo a la forma del impacto grabado en los restos, la carne fue separada para llegar hasta el hueso y golpear directamente. Al parecer, Jeon había cortado primero los tejidos blandos para luego romper los huesos.

El cuerpo estaba dividido antinaturalmente en un total de once partes. Separando los huesos Humero casi por la mitad, al igual que los cúbito y radio, los inicios del fémur, inicios de tibia y peroné.

Y naturalmente dividido en catorce partes (sin contar la separación de los carpianos, tarsianos, falanges, columna vertebral y costillas).

En un total de veinticinco partes. 

Cada huella marcada en los restos humanos respaldaban los detalles que Jungkook había relatado en el interrogatorio. Un exhaustivo interrogatorio que duró un día completo.

Y así, cada detalle fue leído en su cara, frente a las personas presentes en el juicio.

Veía lentamente cada parte de aquella sala con tonos maderosos y aburridos.

Los labios del juez se movían moderadamente mientras leía cada acusación. Lo escuchaba muy lejano, su visión estaba borrosa. Todo a su alrededor se sentía como si no fuera real, hasta podía jurar que todo pasaba en cámara lenta.

—Me declaro culpable.

Alcanzó a decir con firmeza. Miró los ojos del juez, tragó saliva y miró con determinación a su alrededor al mismo momento en que el hombre de avanzada edad empezaba a leer los nuevos cargos.

En la mente de Jeon | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora