7. La Chica Poética.

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Insano.
Tú y yo no competimos,
Tú y yo no nos amamos,
Tú y yo somos enemigos,
Tú y yo somos insanos.


- Y bueno me di cuenta de que la profesora de matemáticas se parece a Dwayne Johnson bailando con un pollo…

- aja… bueno prosigue – respondí todavía en lo mío.

- Y que la Sirenita va a hacer interpretada Ryan Rainor…

- Genial cuéntame más- musite.

- ¡Ese no es el tipo que hizo Acuaman!– en cuanto escuche eso deje el celular aun lado y vi hacia todo las direcciones.

- ¡¿Dónde?! – grite sacando la cabeza por la ventana del auto, entonces Cris me jalo por el hombro para que volviera a entrar – Eso no se vale, ¿Por qué juegas con mis sentimientos?

- Llevo diez minutos hablando y te limitas a decir: Aja, bueno, chévere, ¿en serio?, dime más. ¡Y ni siquiera te molestas en disimular que no me estas escuchando! – me
reclamo – ¿Que tanto haces en ese celular?

Trato de tomarlo pero no lo deje, al notar eso aprovecho que estábamos esperando a que la luz del semáforo cambiara así que peleamos un rato por el aparato, tuve maniobrar de muchas maneras hasta que al final lo metí bajo mi falda de mi vestido de
verano apretando las piernas.

- Sabes perfectamente que no me importa meter mano ahí – me amenazo – en incluso más arriba – apreté aún más los muslos y trague saliva, pero entonces el sonido de
una corneta de otro auto hizo que se dignara a mover el de él.

Era lunes, había tenido un fin de semana de locos mientras buscaba la libreta, hasta tuve que buscar en el bote de basura a ver si la encontraba pero no estaba ni ahí. Por los momentos escribíamos en la seguridad de una aplicación de mi celular la cual le había puesto contraseña y todo, era mi forma de liberar estrés.

En cuanto llegamos a Ray Deverson espere que la gente se comenzara a reír de mí porque alguien que tenía mi libreta decidió sacar mis secretos a la luz, pero no. Eso no paso.

Las personas a mi alrededor estaban entretenidas en lo que me pareció era el periódico escolar, nunca le prestó atención a esa cosa ya que solo lleva es chismes, mayormente están las porristas, el equipo de fútbol americano con su señor mariscal
Cris Johansson y otras personas, aparecí unas veces cuando estaban los gemelos aquí pero no fue nada del otro mundo, desde que se fueron ya no he estado en ninguna de las paginas a mi parecer y si no es así tampoco me importa, sino menciona nada vergonzoso.

(…)

Cuando salí de mi primera clase fui directo a mi casillero donde buscaría mi libro de física, en cuanto llegue a donde se encontraba vi a un grupo de personas ahí, no era nada malo sino que estaban ahí hablando, reconocí a una persona entre ellos.

- ¡Hola Dina! – Ella me sonrió mientras agitaba la mano - Disculpa estas en mi casillero – musite ya que estaba recostada en este.

- ¡Oh! – exclamo para apartarse, pase en medio del grupo y busque mi libro de Física, pero en la parte interna de la puerta conseguí una nota. La tome y cerré bien mi casillero.

- Adiós – murmure alejándome del grupo.

Tengo tu querida libreta Flores, pero para recuperarla tenemos unas cosas que hablar primero.

Evangely.

F

runcí el ceño.

¿Quién Diablos es Evangely?

No conozco a nadie con ese nombre.

Me concentre tanto en adivinar y tratar de recordar a alguien con ese nombre, que no me fijé por donde iba hasta que choque con alguien.

- ¡Hey! Mira por dónde vas – dijo una voz masculina.

Eleve la vista dispuesta a disculparme, hasta que vi a Damián, con el periódico en mano. Así que retire aquella  idea y no dije nada solo lo observe por unos segundos antes de seguir y sacar el celular.

- Se dice perdón, ya veo que ni modales tienes – Me pare en seco y voltee a verlo.

- Perdón– me detuve, me voltee y  masculle.  Él quedo un tanto extrañado, así qu continúe. – Por no ser el centro de mi universo y detenerme a pensar en ti cuando tengo problemas más grandes.

Damián soltó una risa sardónica.

- ¿Quieres calmarte? – Inquirió fastidiado – estoy tratando de hacer una tregua mientras tengamos que convivir, pero ya veo que tu altanería no te deja ver.

- ¡Ah! ¿Yo soy altanera? – Espete con sarcasmo – recuérdame quien comenzó a tratar mal a quien, porque contigo no puedo mantener una conversación porque siempre me
tratas a las patadas.

- Estas demostrando todo lo contrario – hablo con suma tranquilidad.

Me dejo sin argumento alguno y eso me cabreo así que me limite a decir.

- ¡Vete al diablo, Sanders! – en un chillido mientras caminaba apurada lejos de él.

- Como quieras chica poética – respondió y voltee a verlo extrañada mientras me alejaba.

Camine por los pasillos en busca de alguno de mis amigos para que me aclarasen El dilema de ¿quien es Evangely? Porque conozco mucha gente aquí hasta inclusive los “nerds” y el hecho de no conocer a la extraña que tiene mi maldita libreta me exaspera.

Saque mis audífonos y los conecte a mi celular para poner algo de música que me calmase el mal genio no quería gritarle a nadie que fuese inocente de mi estado de ánimo.

Vi a Paul junto a las animadoras pero no quise llegarle preguntando con tanta gente a su alrededor, además ni debe saber quién es esa, ya que solo se la pasa junto todos lo populares.

- Lacey – escuche un llamado de Gina quien se acercaba – todo el mundo está hablando de ti.

Genial, esta gente solo está pendiente de un pedo. Ahora uno no puede tener un cruce de palabras con el chico que le gusta pero a la vez cae mal.

- Lastima que Tiara les dijo a todos que esa era tu letra, arruino lo de la Chica Poética – enarque una ceja, no entendía a qué se refería.

- ¿De que estas hablan? Eres la segunda persona que ha dicho ese nombre – indague sacándome el audífono.

- ¿Tiara?

- No chica, Chica poética – corregí.

- Porque ese es el nombre que pusiste – dijo desentendida y a la vez muy obvia, pero al notar que no entendía nada saco su celular y se metió en la página del diario escolar para luego tendérmelo, entonces lo vi, el horror puro.

Contraste.

No tengo palabras,
Solo sentimientos,
Rojas mis mejillas,
Fríos pensamientos.

Siempre tuya Mi Querido Adonis.

Att: La chica Poética.

Que me lleve el Diablo.

El corazón se me detuvo en seco, ese era uno de los primeros escritos que en esta temporada le dedique a Damián y estaba ahí, en una página web, con una fotografía clara y precisa donde se distinguía mi letra hasta donde decía adonis, donde toda la secundaria lo pudo leer.

- ¿Estas bien? – Gina me tomo de los hombros – Estas pálida.

- mmm… Eh! ¡Sí! – Dije con un entusiasmo fingido – oye Gina ¿conoces a una tal Evangely?

- no, ¿quién es esa?

¡Mierda!

- Déjalo así, iré a buscar a Cris – dije con el corazón a tres mil por segundo.

- ¡ah! Bueno – expreso no muy segura, le sonreí antes de darme vuelta y cuando ella ya no me vio, salí corriendo en la búsqueda de mi mejor amigo.

***
Puro lector fantasma , Bro.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora