26. Desgracia Inminente II.

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Maratón Flores (8/8)

Lacey.

1:57 am.

Mis pies trastabillaron y si no fuera por la pared juro que me hubiera atajado el suelo, todo me daba vueltas, no podía centrarme en una cosa, las luces pasaban y escuchaba la risa de las chicas.

- Estoy de puta mierda. – murmure pestañeando varias veces para tratar de espabilarme.

- Estamos de puta mierda. – se rio Jade con su brazo alrededor de mis hombros, todavía me preguntaba cómo se mantenía en esos tacones, ella era mucho más baja que yo pero con ellos éramos de la misma altura.

- Muevan sus traseros, perras. – recito Gina quien tenía el otro brazo de Jade por sus hombros, comenzamos a movernos tambaleantes por el largo y oscuro pasillo que nos llevaba al baño.

Pasamos a un grupo de hombres que iban en dirección a la pista de baile, la pobre Jade estaba en el país de nunca jamás, así que mientras murmuraba incoherencias las cuales nos hicieron reír cuando ellos nos vieron.

Sin prestar mucha atención abrimos la puerta del baño para entrar, extrañamente estaba solo, pero eso no nos importó cuando entramos, dejamos que mi vecina se soltara de nosotras porque tenía ganas de orinar.

Me vi en el reflejo del espejo, mi cabello estaba vuelto un desastre sudado, mi piel brillante de sudor y unas nauseas inmensas me recorrían el cuerpo. – No inventes. – dije antes de entrar a uno de los cubículos a paso rápido, en cuanto abrí la puerta por poco no caigo de cara dentro de inodoro, pero por suerte vomite todo dentro de este.

En cuanto por fin pare, me levante y comencé a respirar normal, el recuerdo de hace unas semanas cuando Cris había entrado al baño de chicas me llego, como una estúpida me reí antes de bajar la cadena y salir.

Saque mi celular y lo encendí, lo había tenido apagado todo este momento porque no quería escuchar las incesantes llamadas de mi hermanos, pero por alguna razón
inexplicable quería llamar a Cris.

Cuando la pantalla se encendió las notificaciones llegaron rápidas y furiosas, más de veinte llamadas perdidas y eso eran entre mis
hermanos y Cris.

¿Qué mierda?

Justo cuando note que Jade salió del cubículo aun trastabillando algo en mi decido marcar el número de mi mejor amigo, Gina estaba apoyada en de espalda al lavabo observando como nuestra amiga se tambaleaba y decía profanidades.

Un tono… Dos tonos…

- ¡Lays! – el grito emitido desde el otro lado de la línea me hizo alejar el aparato de mi oreja, se escuchaba un escándalo. - ¡¿Lays?! ¿Dónde estás?

- Yo debería preguntar eso. – una risita se me escapo. - ¿Y ese escándalo?

- Estoy en mismo puto Club que tú. Acabamos de llegar y…

Escuche como la puerta fue abierta, mi mirada quedo fija en las personas que entraron, en como las chicas los observaban confundidas, apoye mi mano en el lavabo firmemente.

- ¿Qué creen que hacen? Este es el baño de chicas. – reclamo Gina con enojo.

Dos de los sujetos que habíamos pasado en el pasillo, porque aun los recuerdos, se vieron divertidos, uno de ellos era un tipo fornido alto, con cabello castaño casi rubio y ojos negros. El otro era un poco más delgado, con el cabello largo y oscuro, de ojos grises, pero aun ebria pude detallar una cosa que ellos tenían en común, la córnea de sus ojos estaba rojiza.

- Creo que se han equivocado muñecas... – hablo el de ojos oscuros y lo observe con cautela.

- Cris… - musite al celular notando como las chicas comenzaron a retroceder debido a que ellos dieron un paso adelante.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora