Maniobre entre planchar una estúpida camisa de hombre (cosa que en mi vida nunca había hecho), hablar a través del celular y también poner carácter en el manicomio que había en la casa.
- ¡No inventes! – Exclamo Gina al otro lado de la línea – ¿y que le dijiste?
- Bueno, es algo poco creí… - me vi interrumpida al notar lo que estaba sucediendo así que aleje el aparato - ¡Dejen de gritar! ¿Acaso están en la selva? ¡Parecen simios! – gruñía a quienes tenia al frente. – Como te decía... – volví a mi conversación – es algo poco creíble pero adivina ¿Quién me salvo?
- ¿Tu hermano? ¿El vecino?¿Superman? – iba a decir un comentario sarcástico, pero ella se me adelanto. – Que conste que has dicho que era algo poco creíble.
- No. – El escándalo en la habitación volvió y me retiré el celular nuevamente para poner orden – Sigue así, adelante sigue así... - amenace a Luke quien era parte del desorden. - Y te vas a ir a la cena como si hubieras salido de una botella. – Rápidamente mi hermano dejo de pelear con Angie en mi cama.
- Lacey, suenas como un ama de casa en camino a la demencia – escuche la voz de Gina a salir del aparato así que volví a la conversación. - ¿Qué está sucediendo en esa casa?
- Estoy a cargo de que estemos listos antes de la cena, mi madre llego tarde anoche y está agotada. - aclare suspirando. - ¿Puedes creer que nunca en mi vida había planchado una camisa? Esto lo hacían mis hermanos y no sé qué desastre estoy haciendo – comente.
- Procura no quemar la tela – me advirtió. – Pero en fin, ¿Quién te termino salvando del sótano del terror?
- ¡Angelina ayúdame! No me vuelvas un desastre la habitación, pon carácter eres la mayor entre ellos. – la muy enana se rio mío – respondiendo a tu pregunta Gina, fue Damián –
confesé y escuche como expreso su desconcierto – Tuve que tragarme mi orgullo y mandarle un SOS por mensaje, lo peor de todo no fue eso sino que cuando parecía que se iba armar la cuarta y quinta guerra mundial vi unos ojos saltones en esa oscurana y tuve que gritar para que me sacasen de ese lugar.- ¡Que horrible Lacey! - expreso mi mejor amiga - ¿Qué era lo que te asusto?
- Una estúpida rata, juro que creí que era el duende del infierno. - volví a notar que las cosas se estaban comenzando a descontrolar en la habitación. - Te dejo porque si no
estos simios me acabaran con la casa. – me despedí para luego colgar, deje la plancha aun lado y fui a poner carácter – ¡Miren pedazos de Simios! – Chille llamándoles la atención – Me hacen el favor y se me largan a la sala.Lili quien tenía una de mis almohadas la dejo a un lado para bajarse de mi cama y al entender que no estaba de humor salió de mi habitación, por otra parte Luke que estaba tendido en el suelo seguía quejándose ya Angie se había hartado y le había metido un golpe en el abdomen.
- Ese es tu karma por lo de ayer – decidí cobrármela y comenzar a estirar mi cama.
Estuve acomodando todo y al parecer mi prima estaba demasiado molesta por los juegos bruscos de Luke, así que se sentó a leer en silencio sin la mínima intensión de disculparse por sacarle el aire, ella estaba distraída en ese libro en sus manos así que decidí
darle un vistazo a la portada para saber cuál de todos era, Moby Dick, irónicamente lo primero que recordé era a Damián, en la primera tutoría y esa noche donde el termino dopado y se comportó extrañamente agradable que me cargo por las escaleras por mi tobillo.- ¡Angelina me querías matar! – el grito de Luke me volvió al planeta Tierra y luego mencionada le dio una mirada de pocos amigos.
- No... Pero si la tía Melisa se despierta cabreada por tus gritos de vieja menopausia, te voy a enterrar vivo en el jardin. – le amenazó reacomodándose para seguir leyendo.
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Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]
Teen FictionLa adolescencia comienza a los doce años y termina a los diecinueve, cada año trae 365 días, es curiosos cuando lo piensas de este modo porque entonces resulta que tienes 2922 días (contando el año bisiesto) para ser adolescente entonces tienes esa...