39. Las sorpresas bajo la Lluvia.

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Cris.

El gua caía, era muy de mañana y ni siquiera me importaba que estuviera lloviendo cuando salí a correr, los pocos autos que pasaban tenían las luces encendidas porque apenas y estaba amaneciendo.

Me dirás loco y tal vez lo este, pero cuando no se puede dormir bien debes poner la mente a trabajar en algo productivo, porque si no en serio comenzaras a pensar locuras.

Era jueves y debería dormir bastante bien debido a que mañana en la noche tenia partido, de todos modos no me importo todavía tenía un par de horas para recuperar el sueño perdido, solo que tenía que ingeniarme un montón de cosas que hacer como por ejemplo ingeniarme un discurso para la primera hora de clases.

La lluvia comenzó a caer con más fuerza, mi sudadera completamente empapada, el cabello pegado a mi frente, las gotas se acumulaban en mis pestañas, gire en la esquina de una calle, mi vista se mantenía fija hacia el frente, pero digamos que aun así
tenía la mente en otra parte.

Prometo que estaremos juntos, así sea en la otra vida.

¡Joder! ¿Porqué siempre soy yo quien la termina decepcionando?

Tú me pediste que te obligara ¿no?

Incluso a mí mismo, ¿Por qué no cumplo lo que digo? Quería mantenerme alejado de cualquier tipo de relación que no fuera amistosa y entonces vengo a lanzarme de clavado en donde no debía, en donde me podían destruir aún más estabilidad
emocional.

Si tenemos una persona la cual sería nuestro karma, que nos daría una cucharada de nuestra propia medicina, que nos haría abrir los ojos y enseñarnos con lujos de detalle lo que hacemos, ella era la mía, Georgina Clark estaba ahí esperando en silencio y en el menor de mis descuidos fui usado, engañado, engatusado con un simple beso que me carcome hasta lo más profundo de mi mente, para luego haber sido desechado.

¡Mierda!

Luego de lo que sucedió en la casa de Jade nada volvió a ser lo mismo, aunque tratamos de ignorarlo no podíamos o mejor dicho, yo no podía, porque con esa probada a esos labios quise más, me volví ansioso de más, no diría que eran ambiciones carnales, eran unas aún más profundas, porque quería desnudarla por completa hasta saber todo de aquella Gina que había estado oculta al mundo, aquella criatura que para mí es enigmáticamente graciosa e interesante.

Lamentablemente yo no podía, ella tenía las cosas claras en su vida y he actuado libremente como un idiota a su alrededor, desde lo que hice con Lacey hasta mis  aclaraciones de lo que quería de cada chica en específico, pero excusándome yo no
sabía que ella ocultaba tras toda esa capa de porrista, rubia, superficial alguien con pensamientos más profundos.

- ¿Sabes que me dijo Damien? – se rio Dina sentándose. – Que ustedes dos terminarían juntos.

Discretamente compartimos miradas, yo no pensaba decir nada si eso era lo que le preocupaba, pero no podíamos negarnos a nosotros mismos lo que había sucedido.

- ¿Esta loco? – inquirió Gina montando su pierna encima de las de su pareja. – Eso es imposible. – la forma en la que lo dijo me dolió. – Lo siento, pero es la verdad, yo no podría estar con Cris por muchas razones sin mencionar que eres el ex de mi mejor amiga.

- Gina no es mi tipo. – fue lo que pude decir, Dina siguió con riendo. – No lo sé, no me llama la atención ¿Qué le viste?

- ¡Oye! Tampoco seas así. – bramo Anderson abrazándola. – Ella es muy dulce, es buena persona, es inteligente, tiene unos puntos de vista muy buenos, tiene una muy bonita personalidad y eso sin mencionar que es demasiado bella, solo que como la has visto por
años como la mejor amiga de Lacey nunca te diste cuenta de la increíble persona que es.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora