Lacey.
Psicológico.
La mente humana es tan compleja que hasta confunde, te hace ver cosas que ni siquiera eran ciertas, te hace preguntarte si tu salud mental no es del asco y te estas volviendo loca, te causa un debate mental sobre tu existencia en este plano terrenal.
- ¿Qué? – dije incrédula.
Un tema tan fuerte puede nublarte la conciencia, dejarte pensando tanto hasta que la cordura parece resquebrajarse, como si la idea de la existencia fuera tan simple y fina de procesar, pero un problema tan grande como una gran mentira te podría matar, una mentira creada por tu propio cerebro.
- Embarazo psicológico, señorita Flores. – repitió el doctor con toda la paciencia del mundo.
Me costaba entenderlo y no era por el hecho de que la idea que había tenido estos últimos meses no era cierta, era porque yo me había tragado esa idea y me había estado muriendo de miedo.
- ¿Cómo pude haber estado embarazada psicológicamente si tan solo pensarlo me aterra? – pregunte pasándome la mano por el cabello.
- Bueno, por lo que nos contó al parecer después de ver el resultado de esas pruebas su miedo fue tan grande que termino creyendo que era cierto, aun en este tiempo no se ha descubierto las fronteras de la mente y tenemos mucho camino que recorrer así que es muy complejo de explicar lo que sucedió. – respondió y lo único que pude hacer fue asentir.
Apoye mi espalda en el colchón de la camilla y aun con los brazos en la cabeza suspire, era demasiada información para procesar aun.
- Mierda.
- Ese tipo de pruebas no son cien por ciento confiables, así que por eso promovemos el uso de pruebas clínicas para evitar este tipo de casos. – sus palabras tenían tanto sentido.
¡Malditas pruebas de mierda!
- Esas cosas deberían ser prohibidas. – hable mirando al doctor. – una pregunta sería ¿necesito terapia?
El soltó una risa.
- Todo depende de cómo tomes la noticia.
- ¿Cómo la voy a tomar? – dije irónica. - ¡Pues bien! Significa que mi vida no es tan desastrosa como creía.
- Bueno, te dejare para que descanses. – musito antes de salir de la habitación.
Cerré los ojos para soltar un suspiro, tantas experiencias en una mañana era agotador y eso sin mencionar la vergüenza que ahora siento con la mujer de la llamada.
Haber entrado en aquel drama porque simplemente me llego la regla, vaya mierda.
La ansiedad es una de las peores experiencias de mi corta vida, estoy considerando seriamente en invertir en mi salud mental, o sea, ir a terapia.
Mis minutos de soledad no duraron mucho debido a que escuche como golpearon la puerta antes de entrar, gire para ver a mi abuela quien me dio una sonrisa, sabía lo que venía tras eso.
Estaba en problemas, debido a que no le había estado diciendo la verdad de lo que había estado sucediendo en mi vida, tampoco es que tuviera que contarle todo con lujos de detalles, pero soy su nieta y tiene derecho a saber que tan mal esta mi vida.
- Hola abuela. – proferí la voz más angelical que podía.
- Hola mi niña. – me respondió caminando hasta donde me encontraba. - ¿Cómo te sientes?
- Mejor. – la detalle de pies a cabeza. – Bueno, más o menos porque ya sabes. – señale la zona de mi vientre.
Ella asintió sentándose en la camilla y dejando su bolso aun lado. – Causaste mucho revuelo, incluso tus amigos se vinieron en pijama y empapados por ver como estabas. – el giro que estaba tomando esta conversación me pareció algo interesante porque
esperaba a que me regañara directamente.
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Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]
Teen FictionLa adolescencia comienza a los doce años y termina a los diecinueve, cada año trae 365 días, es curiosos cuando lo piensas de este modo porque entonces resulta que tienes 2922 días (contando el año bisiesto) para ser adolescente entonces tienes esa...