32. Entré las Armas y las Palabras.

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Universo.


En medio del universo,
No hay noche menos día,
La luna junto al sol,
Con planetas que giran.

Tus ojos que tan brillantes,
Imagino cual estrella,
Sonríe al horizonte,
Creando más galaxias.

Pie apoyado en aquella,
Ojos que aún no has abiertos,
Corazón como el sol,
Bebé que es universo.

Lacey.

El dulce sabor a fresa me lleno al paladar, cerré el cuaderno de escritos antes de observar alrededor, estaba sentada en el asiento del copiloto viendo silenciosamente hacia fuera mientras tomaba mi batido de fresa, los chicos estaban parados de forma
casual aun lado de sus autos, las personas pasaban de allá para acá como si fuera una feria pero no, esta era la típica hora de salida de la secundaria.

- Nos espera en la cafetería a dos cuadras de Jell Brown. - hablo Gina aun lado, frente al volante, dejando su celular sobre la guantera. - ¿Estas segura de esto?

- Más que nunca. - musite viendo como los chicos se alejaban de forma disimulada de sus autos, dirigiéndose hacia un lugar en específico, nadie les prestaba atención y justo cuando ambos se encontraron charlando como si nada apoyados sobre la
superficie del Jeep sin llamar la atención, Cris apoyo su talón sobre la válvula de aire de la llanta, vaciándola poco a poco. - Es hora, arranca.

Gina encendió el auto y no perdió tiempo para salir del estacionamiento, en cuanto
pasamos a un lado de los chicos quienes nos vieron disimuladamente les guiñe el ojo, aun tomando del batido, la primera parte del plan estaba completada y era hora de seguir con las siguientes.

Mire a mi mejor amiga quien se había cambiado antes de salir de Ray Deverson, traía la ropa de gimnasia con la cual practicaba las coreografías para las porristas, con el cabello recogido en una coleta alta, note que sus manos temblaban un poco sobre el volante y no la culpaba, porque yo también estaba súper nerviosa.

No paso mucho tiempo para cuando termine el batido debido a que succionaba con fuerza buscando algo de calma, deje el embace aun lado antes de ajustarme la gorra que traía, mire por la ventanilla dándome cuenta de que nos habíamos desviado un par de calles para buscar a Jade.

Teníamos aproximadamente cuarenta minutos o algo para hacer lo que pensábamos, sé que primero Damien iba a insultar hasta la hormiga que se le pasase por un lado cuando se dé cuenta del neumático y luego a que comenzara a cambiarlo molesto mientras que Dina lo trataba de calmar, así que tendríamos tiempo.

Cuando nos detuvimos frente a la cafetería Jade se acercó rápidamente y abrió la puerta del asiento trasero deslizándose en el interior, aun traía el uniforme obligatorio de su secundaria, con el cabello suelto dejando su bolso junto al de nosotras, Jade nos hecho un vistazo rápido en cuanto Gina volvió a arrancar.

- ¿Por qué parece que vamos a romper la ley? - inquirió sacándose una liga de su bolso para sujetarse el cabello.

- Porque el allanamiento de morada no es legal. - respondí mirándola por el espejo retrovisor.

- ¡¿Qué?! Me dijiste que solo buscaríamos las pruebas para el examen de ADN, por eso te conseguí donde guardarlo. - me reclamo atándose su rubio pelo a lo brusco.

- Y es cierto, pero tenemos que entrar en la casa de Damien para conseguirlas. - esta vez quien respondió fue Gina girando en una calle. - Es mejor que seas flexible, no
tenemos idea de cómo entraremos.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora