36. Los masoquistas

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Lacey.

Unas semanas después.

Suspire. Me pase las manos por el rostro antes de apoyar mi cuerpo en el espaldar de la silla, observe con atención las personas a mi alrededor y luego la que estaba a mi lado, la cual me dio una sonrisa y ante eso bufé poniendo los ojos en blanco.

Centre mi atención en lo que explicaba la profesora Cecily, pero mis ojos me traicionaron dirigiéndose a donde estaba Cris, él estaba sentado con otra chica dándome la espalda, no entendía su raro comportamiento desde hace días. Cuando la profesora Cecily nos pidió que formáramos pareja espere paciente que el viniera a mi sin preguntarme, pero cuando lo vi que tomo otro rumbo me pregunte ¿Si había hecho algo para que actuase así?

Quede como una estúpida ahí esperando por él, parpadee varias veces para confirmarme a mí misma sino era una broma de mal gusto, pero no porque él sí hizo eso.

Resople enojada. Porque no me podía concentrar del todo en la clase, me mordí con fuerza el labio debido a la frustración mientras que tamborileaba el lápiz en mi mesa.

- Te lo vas a romper. - me advirtió.

Gruñí para seguir golpeando el lápiz contra la superficie de madera. ¿Por qué esta clase estaba tardando tanto? La profesora Cecily seguía leyendo con fluidez, toda la clase dándole su atención, a excepción de mí que me distraía hasta con la mosca que pasaba.

¡Maldita mosca! Vete a joder a otro.

Con fastidio agite mi mano tratando de espantarla, hasta que la condenada decidió irse. El labio me palpitaba debido a la presión que le había aplicado, pero trate de ignorarlo.

- Te quedo marca. - volvió a hablar.

- ¿Ah? - lo observe sin ganas.

- El labio. - lo señalo. - Lo dejaste todo rojo, pero aun así se distingue la marca.

Con cuidado pase mis dedos por este, descubriendo un ardor cuando rosaron en el área que había estado mordiendo.

- ¿Y qué haces viéndome los labios? - inquirí hundiendo el ceño, Damien simplemente soltó una pequeña risita mientras negaba.

- Sanders y Flores, ¿algo que compartir a la clase? - la llamada de atención por parte de la profesora Cecily hizo que todos voltearan a vernos.

- Si, hay una mosca que va y viene molestándome que no me deja concentrarme. - Damien respondió como si nada.

Ella nos dio una mirada cansada antes suspirar y seguir su lectura. Al finalizar la clase, salí disparada tras Cris quien parecía querer correr como si se incendiara el edificio y aun embarazada pude correr e interceptarlo en el pasillo, me cruce de brazos frente a él y lo vi seriamente.

- ¿Pasa algo? - me pregunto.

- Eso debería decirlo yo. - conteste detallando sus movimientos. - ¿Por qué siento que me estas evitando, Johansson?

- ¿Estas bien? Yo no te estoy evitando. - dijo queriéndome ver la cara de estúpida, inhale profundo para localizar mi paz interior y luego exhale la frustración. - En serio.

- Entonces ¿Por qué tienes días actuando raro? - el abrió la boca para decir algo, pero lo interrumpí. - No te atrevas a tratarme como loca, ahora nada más me buscas en el almuerzo, si me dices algo por máximo son tres oraciones y luego sigues como si nada, además que cuando lo haces y me tienes al frente casualmente no eres capaz de mantenerme la mirada, así que pregunto ¿Pasa algo? ¿O acaso yo hice algo?

Cris me vio por unos segundos y luego me desvió la mirada, en frustración a eso alce los brazos y luego los deje caer haciendo que mis palmas golpearan los costados de mis piernas, debía tener una espectacular cara de indignación sin mencionar que me desesperaba que no dijera nada.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora