43. Las Buenas Sorpresas.

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Damien.

Calor ¡Joder! Sí que estaba haciendo un puto calor.

Observe hacia un lado debido a la curiosidad que sentía a la insistencia que tenía Lacey y me topé con su trasero ya que el inmaduro de Paul no le quería dar de las palomitas de maíz, suspire lentamente y volví mi vista al frente para otorgarle mi atención al partido.

- ¡Ojala y te ahogues por mezquino! - Chillo Lays antes de volverse a acomodar en el asiento y escuche al rubio reír.

- Igual ni te iba a dar. - le dijo.

- ¡Igual ni quería! - salto ella y les hice un sssh a ambos para que dejasen de discutir. - El juego no se escucha, se ve.

- No veo tu espíritu deportivo. - hable porque en todo el rato solo la había escuchado pelear.

Las bestias de Ray Deverson anotaron en ese momento y la gente comenzó a gritar,para demostrar mi punto me les uní para luego darle una sonrisa victoriosa a Lacey quien me rodo los ojos.

- Demuestro más espíritu deportivo que tú. - le demostré y ella volvió a rodar los ojos.

- Hazlo otra vez y veras.

- Fuertes declaraciones. - comento Paul antes de tomar de su soda.

- No estoy de ánimos para eso ahorita. - nos recordó Flores.

Al llegar aquí habíamos pasado por una desagradable situación, Lacey me había explicado que usualmente ella siempre iba a ver a Cristián afuera de los vestidores para darle ánimos, quise acompañarla, pero me dijo que esperara con Paul y al final cuando volvió tenía una expresión muy diferente con la que llego.

Le pedí que me contara, pero simplemente se limitó a negar, lo que sea que paso le afectó seriamente porque tiene un humor de perros, pasé mi brazo por detrás de sus
hombros y la jale hacia mí, descansando su cabeza en mi hombro y no dijo nada.

No quise seguir preguntando acerca del tema, simplemente seguimos viendo el juego, de todos modos haría que se le subiesen los ánimos luego, discretamente la volví a ver y no pude evitar sonreír, apoye mi mejilla sobre su cabeza. Respiraba lenta y tranquilamente, su calor suave traspasaba la fina tela de su camisa, el aroma de su perfume me llego.

- ¡Deajs! Ustedes si son empalagosos. - se burló Paul y antes que pudiera decir algo Lays le saco el dedo. - Esto me suena a Frutifantastico de reconciliación.

- ¿Fruti que? - pregunte al no entender.

- No le hagas caso. - Lacey se acomodó. - Paul se la fumo verde hoy.

- ¿Por qué todos tenemos que fumárnosla verde? - espeto. - Las drogas son malas.

- Si bueno, lo aprendimos por las malas. - recordé rascándome la nuca.

- Yo no recuerdo que te haya ido mal. - voltee a ver a la chica a mi lado, sus grandes ojos verdes puestos en mí y supe lo que me quería transmitir con esa mirada. - De hecho hablas cosas muy profundas.

Si, bueno ¡Joder! Ese sería mi mejor recuerdo de las pocas veces que he fumado María, pero no quise decir nada, cosa que no me sirvió de mucho.

- ... Cof...Cof... Profunda tu garganta... Cof...Cof... - tosió Paul y ambos lo volteamos a ver. - ¡¿Qué?! Me ahogue con las palomitas.

Decidí cambiar de puesto con Lays así Paul dejaría de molestarla. Al finalizar el partido ya ella traía un mejor ánimo porque, una era que ganamos y dos porque intervine en algunos momentos.

Normalmente se hace una fiesta de celebración luego del partido, pero Lays y yo no iríamos, una era porque ninguno actualmente bebíamos, dos a ella ese ambiente le resultaba incomodo aun después de lo que sucedió en la discoteca, tres ninguno
quería ir y eran suficientes razones.

Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora