Más allá del Comienzo. ✓[#1 Saga Del Comienzo]

44. Las Sorpresas en Willy's.

Lacey.

Con nerviosismo jugué con mis manos viendo quien estaba frente a mí, sus ojos oscuros detallándome con absoluto cuidado, las gafas de pasta que tenía, su cabello recogido en un moño impecable, con una expresión pasible que en momentos lograba
relajarte.

Detalle desde su postura erguida con una pierna cruzada, hasta su vestimenta formal que indicaba profesionalismo, podía intimidarte, pero a la vez podía hacerte sentir seguro y eso era la causa de un debate mental que me ponía nerviosa.

- Este es un espacio seguro. – me hablo con una voz suave. – Siéntete en confianza, no serás juzgada y mucho menos regañada por lo que pienses o quieras decir.

Mis abuelos me habían estado pagando un terapeuta porque estaban muy conscientes de que no había estado del todo bien y se los agradecí porque sé muy bien que un especialista me ayudaría, pero no era fácil hablar con un completo extraño de tus problemas.

- Yo… - vi hacia los lados porque en realidad no sabría por dónde comenzar o que decir.

- ¿Qué sucede con tu cabello, Lacey? – me pregunto.

No parecía insistir mucho, como si no quiera hacerme sentir que estaba invadiendo mi privacidad, sabía que la forma de que las cosas pasaran a mejor yo tenía que ser franca, la cuestión era que recordar aquella noche me ponía sensible y aun hasta he tenidos horribles pesadillas que no le menciono a nadie.

- No me gusta que nadie me lo toque. – respondí apretando mis manos.

De hecho la noche que pase con Damien en la azotea hice una cuenta regresiva en mi mente en el momento que metió un mechón tras mi oreja, siendo otro momento donde me hubiera tomado con la guardia baja le hubiera metido un madrazo y no es
juego.

- ¿Quieres contarme porque no te gusta que te lo toquen? – su indagación me hizo pasar saliva porque tenía un nudo de nervios en la garganta.

Sé que ella sabe que yo sé que ella sabe, porque claramente ella tiene que saber cuál es el problema que cruza su paciente para poder ayudar y pregunta para saber cómo se toma las averiguaciones, por si entra en negación o colabora.

- Eh… - las imágenes pasaron volando por mi mente, apreté más fuerte mis manos y de repente sentí que el labio me temblaba. – Yo…

Aparte la mirada porque eso me afectaba mucho y sabía que tenía que colaborar, pero me era muy difícil.

- ¿Cómo has comido? – hundí las cejas confundida.

- Bien. – dije extrañada.

- Tus abuelos me contaron que adelgazaste mucho hace unos meses. – asentí algo distraída uniendo cabos en mi mente a lo que quería referirse.

Me imagino que era para descartar un posible caso de bulimia o anorexia, cosa que la respondí tranquila porque estoy cien por ciento segura que no sufro de eso, mi delgadez viendo de un metabolismo acelerado.

- Fue porque estaba tan estresada que no me provocaba comer. – dije recostándome en mi asiento.

La siguiente hora fue un interrogatorio que en un punto llego a estresarme mucho, pero me mordí la lengua y decidí seguir adelante, al final de todo la Dra. Jones me felicito por que colabore mucho para ser mi primera sesión.

Aunque me incomode hablar sobre mis problemas se siente bien hablar con alguien, es como una sensación liberadora que te quita un poco el peso de encima, así que cuando salí me sentía un poco mejor.

Era mi hora de almorzar y vería a Damien en una cafetería cerca de aquí, le había dicho a Gina, pero me dijo que tenía que hacer su solicitud para la universidad y blablablá, sé que la mayoría eran excusas vagas para no verse conmigo por alguna
extraña razón.

Me duele que se ponga así conmigo porque no entiendo su comportamiento, he pensado las mil razones que tendrá o algo que yo hubiera llegado a hacer, pero ninguna me parece lo suficientemente buena para eso, ya prácticamente estoy
quedando sin amigos.

Solo me quedan Paul y Jade, para completar ambos son mejores amigos del otro y ella es mi vecina al igual que mi cuñada, pero en realidad necesitaba el apoyo de mis mejores amigos y creo que ya no tengo.

Porque Cris y yo discutimos, hubiéramos reconciliado en un día, pero me dijo unas cosas que preferí darle su espacio, en serio me dolieron porque no me lo esperaba y él era una de las pocas personas que tenían toda mi confianza.