Durante los siguientes días, probaron diferentes métodos para evadir lo que pudiese ocurrir. Volvían a quedarse en otros sitios, Dorian tomaba turnos nocturnos, Suhail también comenzó a hacerlo cuando fue aceptado para los turnos que nadie quería. De esta manera, no estuvieron los seis en el edificio por el tiempo suficiente para que ocurriese lo que fuese.
Pero este no era un buen plan a largo plazo. Luján y Roma sabían que todo estaba conectado, aunque no pudiesen explicar cómo, y París ya había asumido que cualquier cosa rara en su vida seguramente sería culpa de ellos. Los otros tres eran quienes los preocupaban.
El viernes estalló una pelea en las escaleras. Luján y Roma bajaron al oír el ruido y se dieron cuenta de que Dorian estaba por empujar a Suhail y Meissa les decía a los dos que se calmaran.
Roma se metió primero entre los dos chicos, apartó a Suhail a un lado, y como Dorian no le prestaba atención a sus chasquido, le dio un pisotón. Él se quejó, pero esto hizo que la mirase y ella comenzó a realizar gestos de disculpa con una expresión culpable.
—¿Qué les pasa? —preguntó Luján, de mala gana.
Se fijó en Meissa, ya que era la única de los tres que no parecía de mal humor.
Ella sólo sacudió la cabeza.
—Es una tontería…
Roma acompañó a Dorian hacia su apartamento bajo la excusa de que iba a buscar a París y Suhail se quedó al pie de la escalera, ceñudo y cruzado de brazos. Esto le dio una oportunidad a Luján de hablar con Meissa a solas en el rellano.
Realmente fue una tontería. Los tres ya estaban cansados y tensos. Dorian regresaba de un turno largo y a Meissa le dijeron que no en otro trabajo si llevaba el hiyab, así que andaba decepcionada y distraída y Suhail mucho más irritado de lo usual.
Meissa casi se había tropezado y su hermano pensó que fue por culpa de Dorian. Fue como encender dos mecheros y la tensión de los últimos días se soltó de inmediato, sólo que con el enfoque incorrecto.
—Tú no tienes la culpa de que sean idiotas —Luján sacudió la cabeza y se pasó las manos por el cabello para echarlo hacia atrás—. Dorian ya ha estado actuando raro estos días, según París…
—Suhail también ha estado algo asustado —admitió Meissa, bajando la voz—, no creo que sepa lidiar con estar así.
—Se nota —Luján decidió no meterse en ese asunto.
Sabían que los seis se encontraban en el edificio en ese momento. París estaba por salir, pero hasta que ocurriese, se podía considerar un "momento de riesgo", por lo que estaban atentos al menor sonido.
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Serendipia
Fantasía❝A veces cuando buscas algo, encuentras una cosa completamente diferente. No es casualidad. No existen las casualidades❞ Suhail y Meissa creen que han elegido un edificio por casualidad, porque las circunstancias los empujaron en esta dirección, sin...