El chico que organiza pijamadas

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Roma buscaba una respuesta

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Roma buscaba una respuesta.

Desde el pequeño refugio que era su habitación, se dedicó a pensar en por qué los extraños sucesos del edificio cambiaron de repente de algo inofensivo a lo que ocurrió con la tela. Armó un tablero con una pizarra de corcho y colocó varias notas encima. Durante esos primeros días, cada vez que tenía una idea o creía haber notado un detalle, lo anotaba antes de que pudiese olvidarlo y luego regresaba a sus propias tareas.

No hubo más telas persiguiéndolos esa semana. Los Farage buscaban un nuevo sitio al que marcharse, pero parecía que no existían buenos lugares disponibles cerca y su presupuesto no les permitía irse tan lejos sin tener un nuevo ingreso estable. Dorian entraba y salía del edificio alternando sus turnos.

Roma se encontraba a mitad de una escena del cómic en que trabajaba cuando tuvo una "revelación". Fue una idea repentina que golpeó su mente, uniendo todas las piezas de información que llevaba recogiendo desde el evento de la tela. Probablemente se lo debía a The Score. La música siempre era buena para tener ideas.

Terminó el boceto de la escena y la página final en que anotaba los datos del y una nota de despedida hasta el siguiente capítulo. Después le añadiría el color. Entonces dejó la tablet de dibujo a un lado y caminó hacia la pizarra.

Como tenía su mente ocupada esos días, el cuarto se había desorganizado un poco, papeles en el suelo, unos libros sobre la cama que a veces se olvidaba de quitar, la cortina de forro doble necesitaba ser lavada y las lámparas de colores tenues emitían sus luces azules sobre la pizarra y la chica parada al frente.

Roma trabajaba como ilustradora. Además de sus cómics, hacía comisiones y a veces ilustraba el interior de algunos libros y agregaba detalles a la maquetación. Esto la tenía mucho tiempo en su cuarto. Por eso lo eligió, bendito el día en que pudo reducir las actividades sociales innecesarias y estar más cómoda.

París trabajaba con redes sociales y algunas páginas web, así que incluso si le encantaba salir a correr y pasear por el centro, todavía pasaba bastante tiempo en casa. El detalle que conectaba todo era Luján: aunque conseguía su dinero de redactar artículos que calificaba como "ridículos", había pasado un par de noches fuera esa semana.

Dorian también tenía turnos nocturnos de vez en cuando. Alrededor de dos o tres por semana.

Roma hizo memoria de cuándo supo que saldría cada uno durante la noche y se sorprendió por lo simple que era. París, los Farage y ella se quedaron en el edificio durante la noche, pero Luján y Dorian salieron en diferentes noches. En el día, París salía bien temprano y los Farage alternaban entre la mañana y la tarde.

A lo largo de esa semana, lo más probable era que no hubiesen estado los seis en el edificio al mismo tiempo, sólo cinco de ellos. E incluso cuando se encontraban dentro del edificio a la vez, sería por el poco tiempo que le tomaba salir a uno de ellos.

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