|03|Viejos amigos
–Cuanto tiempo...–murmuró en un delgado hilo de voz su ex mejor amiga de la infancia.
–Sí...
Por más que se perdía en lo hermosa que se veía la pelirroja, no podía creer que en verdad era ella. La última vez que la vio, tenía frenos, su cabello era un desastre, no usaba nada de maquillaje como ahora que lo usaba en un tono natural. Giulietta podía ser fácilmente una modelo, cuerpo perfecto en forma de pera, unos pechos grandes, redondos y firmes que podrían cautivar a cualquiera. Dios, ¿En qué momento dejo de ser una niña energética y molesta para muchos?
Observo el tatuaje, sin él, no la hubiera reconocido.
–Te ves...irreconocible –susurró levantando su mirada hacia el rostro de ella.
Giulia rio suavemente, ocultando su sonrisa detrás de su fina mano.
–Tú no has cambiado mucho, bambino –dijo en un tono juguetón y coqueto–. No te esperaba verte, después de...
–Siete años.
Ella asintió y bajó su mirada al recordar el motivo de su separación.
–Sí...fue hace mucho...
Se creó un leve silencio entre ambos, tenían tantas cosas que decirse, pero no el valor para hacerlo. No fue hasta que escucharon algo que los saco de aquella incomodidad.
–¡Güey! ¡Trae a la rojita! –habló fuerte Miguel desde la mesa.
Sin pensarlo su pareja lo golpeo en la cabeza al obtener la mirada varios clientes sobre ellos. Por otro lado Mirabel le tapó la boca a su esposo evitando que él también hiciera un escándalo, porque lo conocía y sabía que lo haría. Luca quería que la tierra se lo tragase ante la vergüenza que los hacia pasar, pero todo se calmó al escuchar la alegre risa de la pelirroja.
–¿Son tus amigos? –preguntó suavemente mirando como todos de la mesa intentaban actuar "normal", obviamente fallando rotundamente.
–Por desgracia, será mejor que vaya con ellos antes de que te secuestren y te hagan un interrogatorio –exclamó exhausto y peinando hacia atrás su cabellera–, no quiero molestarte.
–Está bien, no me molestaría conocerlos, se ven que son personas interesantes –volvió a reír al ver como Camilo aun con la mano de su esposa tapando su boca se recargaba en la mesa en una pose "casual"–. En verdad quiero conocer a tus nuevos amigos, mio piccolo amico –dijo sonriente e lo que daba una última mirada a su teléfono–, mi cita apenas sale del trabajo, puedo distraerme un poco sin problemas.
Ambos se miraron y sonrieron de lado, a pesar de todo lo pasado podían sentir esa confianza que tenían desde niños cuando concursaban en las carreras de su pueblo natal. Giulietta con copa de vino tinto en mano tomo sus cosas para ir agarrada del brazo del castaño. Con sus tacones ella era más alta que él. En silencio se acercaron a la mesa, debía reconocer que los cuatro hacia su mayor esfuerzo para comportarse y no arruinar el momento. Luca volvió a mirar a la calmada mujer de su lado, realmente ya no había nada de su mejor amiga en ella –hablando de apariencia física–.
Al momento de pararse en frente de todos; los profesionales se quedaron maravillados por la belleza de la pelirroja, incluso para Mirabel le era fácil de admitir que ella era preciosa. Todos le dieron una cálida sonrisa para no agobiarla y ella les respondía por otra igual.
–Chicos, ella es Giulietta Marcovaldo mi mejor amiga de la infancia –la presento y ella calmada al igual que confiada levanto su mano–, Giulia ellos son mis colegas de trabajo; los profesores Miguel Rivera y Camilo Madrigal, su esposa Mirabel y nuestro amigo cercano el profesor Hiro Hamada.
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Entre Nosotros || Luberto
Hayran KurguEra la temporada de lluvias en la ciudad italiana de Génova e inicios del año 2001. Luca Paguro un reconocido profesor de las ciencias astrofísicas de una de las universidades más prestigiosas de Europa, tenia una vida común y llena de logros para s...