Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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—LA NOCHE EN HILLTOP—
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CARL.
RONIN ESTABA LIMPIANDO su arma concienzudamente, mientras estaba sentada en una de las bancas al lado de las caravanas.
En ese momento Ronin parecía muy solitaria, estaba completamente sola. Ignorando a todas las personas que pasaban por su alrededor. Había pedido a Dennis y Enid que la dejarán sola.
Sabía que ella no estaba en las condiciones para enfrentarse a la batalla que se avecinaba. Muchas personadas no estaban preparadas para eso. Y el dolor que ella sentía era tal que temía que pudiera distraerla en la batalla.
—Ronin.—una voz temblorosa, que a Ronin la provocaba múltiples escalofríos.
Ella levantó la mirada y se encontró con Sidik, algo cohibido por estar frente a ella.
—¿Tienes un momento?—volvió a hablar el chico, el que se sentía culpable de mi muerte, aunque todo hubieran sido decisiones mías.
—¿Pasa algo?—preguntó dejando de lado el arma, pero adoptó una postura tensa.
Sidik dudo un poco y con pasos tímidos se acercó a ella, a tal punto de sentarse junto a la chica.
—Pienso mucho en Carl, ¿Sabes?—sus palabras hicieron que Ronin le mirara por primera vez, con una cara clara de indignación.
—¿Tú piensas en él?—sabía que ella estaba tratando de estar tranquila y no culparlo pero en tu pregunta había un tono de rabia.
—Pienso en todo lo que él dejó para salvarme.—Sidik se estaba metiendo en los temas más espinoso.
—Carl creía en la esperanza.—le respondió ella algo más fría, se podía notar como un nudo se formaba en su garganta.
—Si no hubiera creído en eso posiblemente yo estaría muerto.—comentó Sidik.
—Seguramente.—contesto rápida.
—Se que seguramente me odies, por mi culpa Carl esta muer-...—Ronin no me dejo terminar y le cortó.
—No fue tu culpa.—su voz sonaba completamente monótona.
—Si no creyeras que fue mi culpa serias capaz de mirarme por más de dos segundos.—dijo notando igual que yo su tono frio y el nudo en su garganta.
—Él se la jugó por ti, porque creía que eso era lo que tenía que hacer.—le respondió un poco más tranquila y respirando profundo antes de hablar.—Si me cuesta mirarte es solo porque me recuerdas ese momento y todavía duele.—
