Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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—ALGO NUEVO—
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CARL.
¿QUÉ SE SUPONÍA que tenia que hacer yo ahora?
Habían salido a buscar comida, armas y más gente que estuviera dispuesta a luchar contra Negan, todos estaban ocupados, y al parecer yo era más útil aquí, cuidando a Judith.
Sabía que mi padre nos quería a los dos aquí, en Alejandría, lo más a salvo posible, sin embargo la impotencia de no hacer nada era una tortura.
Según termine de vestirme salí hacia la casa de Ronin, ya no me era necesario poner ninguna excusa para verla, simplemente la queria ver, estar con ella, hablar con ella, tocarla. Estaba completamente loco por ella.
Cuando llegué a la puerta de su casa, justo antes de tocar, escuche unas voces que salian por una de las ventanas abiertas.
—Se han vuelto a ir, estamos solos.—escuche claramente la voz de la chica.
—Pero volverán, mientras nos tenemos el uno al otro.—la voz de Dennis sonó algo triste y compasiva.
—Sin Daryl y Logan todo es mucho más duro.—se escucho un suspiro.—Se que esta guerra es necesaria pero no quiero ver como mi hermana muere, ella no parece que vaya a recapacitar.—su voz se fue rompiendo a medida que hablaba.
Sentí el impulso de entrar y abrazarla pero espere por la respuesta de Dennis, era su momento y bastante me estaba metiendo ya.
—No quiero darte falsas esperanzas pero aunque tu hermana siga a Negan ciegamente sigue siendo tu hermana y puede que en el fondo te siga queriendo.—Dennis habló y su respuesta fue buena y reconfortante.
—Sin mi hermana, sin Daryl y sin Logan me siento perdida.—su voz sonó rota.
—Todavía me tienes a mi.—Dennis trataba de animarla.
—Lo sé y te lo agradezco.—Ronin sonó algo más animada.
—Pero no es a mi a quien necesitas, ¿verdad?—su voz sonó más apagada y ronca.
Después de eso hubo un silencio que a mi me pareció eterno, hasta que fue Dennis quien lo rompió de nuevo.
—Veo como le miras y como te mira él.—sabía que estaba hablando de mi.
—No se que significa eso.—la voz de Ronin sonó algo más tímida y cohibida.
—Significa amor.—respondió el castaño y aunque no podía verle algo me dijo que estaba sonriendo y yo sonreí al escuchar eso.
—¿Por qué pareces triste?—la voz de la chica se torno preocupada y sorprendida.
Se escucho la risa amarga de Dennis, una de las pocas veces que su risa no era auténtica.
