Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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—AMIGOS—
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CARL.
ATRAVESAMOS LAS PUERTAS de aquel lugar, todos con arma en mano. Ese lugar parecía fuera de este mundo, era como si nada hubiera pasado por ahí, a excepción de los muros. Alejandría era uno de esos barrios pijos en los que en un mundo normal jamás hubiéramos podido vivir.
—Dejad las armas.—un hombre de pelo rizado y algo feo nos habló nada más cruzar la puerta.
Le hicimos caso omiso.
—Tranquilo, Nicolas, no hay peligro.—dijo Aaron para que se calmara.
—Son las reglas.—dijo aún tenso.
—Lo siento, chicos. Pero en Alejandría nadie lleva armas.—dijo Aaron girándose a nosotros—¿Podéis dejarlas?—nos suplico.
Todos nos miramos entre nosotros.
—Las armas se quedan con nosotros.—dijo mi padre por todos.
Aaron y Nicolas hicieron un gesto de frustración.
—Será mejor que hablen con Deanna.—dijo Nicolas a Aaron.
—¿Quien coño es Deanna?—intervino Abraham.
—Ella es la que sabe todo lo que queréis saber de este sitio.—dijo Aaron.—Rick, ¿por qué no vas tú primero?—miro a mi padre fijamente.
***
La cosa consistía en que Deanna nos haría una entrevista a cada uno.
Empezaron con mi padre mientras los demás esperábamos en la sala de estar de la casa de Deanna.
Todos estábamos algo tensos pero este lugar despertaba esperanzas en todos.
Mi atención se fijó en Ronin quien parecía algo nerviosa y miraba a Logan con intranquilidad.
Pero no hice nada más que mirar y cuidar de mi hermana.
El tiempo pasaba y con ellos las personas del grupo que entraban a la sala con Deanna.
—Logan, es tu turno.—dijo Aaron.
Logan se puso nervioso y se levanto.
—¿Puedo entrar con Ronin?—dijo mirando a Ronin y ella se colocó de pie a su lado.—Ronin no habla y sin mi va a ser incapaz de hacerse entender con Deanna.—explico rápidamente.
Aaron los miro por unos segundos y finalmente asintió.
***
Paso un rato hasta que Ronin y Logan volvieron y ella parecía enfadada.
