Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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GABRIELLE
—Bri, Bri...despierta.—sentí que me llamaban a la vez que unos brazos me balanceaban.
Me levante como un resorte con el cuchillo que descansaba bajo mi almohada en la mano.
—¡Eh, eh, tranquila soy yo!—grito uno de mis hermanos mayores con las manos en alto.
Mi vista se centro y pude diferenciar entre las sombras de la noche el cabello largo y pelirrojo de mi hermano y su pequeña sonrisa.
—¿Geoffrey?—pregunté confusa.
—¿En serio?—se quejo mi hermano al lado de mi cama.—Soy Ferb, mujer.—
—Yo soy el auténtico Geoffrey.—se quejo al otro lado de la tienda de campaña su hermano gemelo.
Me gire para mirar a Geoffrey y aun con la poca luz que entraba por la tienda pude apreciar como guardaba cosas en la mochila.
—¿Qué queréis?—me volví a tumbar en la cama.—Estaba durmiendo.—me quejé.
—Tenemos que irnos.—dijo Ferb agarrando mis muñecas para que volviera a incorporarme.
Le mire con el ceño fruncido.
—¿Por qué? Aquí estamos bien, con gente y seguros.—pregunté alterada.
Pase mi mirada de los ojos de Ferb a los ojos de Geoffrey, buscando alguna respuesta.
—No estamos seguros, Bri.—sentenció Geoffrey terminando de cerrar la mochila y acercándose a nosotros.
Seguí mirandoles igual de confusa.
—Hemos oído hablar a los hombres, quieren iniciar una rebelión.—empezó a explicar Ferb.—No están contentos con Damon como líder, creen que es débil.—
—Si comienza una batalla esta noche no debemos estar en medio.—finalizó Geoffrey.—Todos saben que nosotros apoyamos a Damon, seremos los siguientes.—
—¿Tenemos que huir?—pregunte aterrada.—¿Empezar otra vez de nuevo?—
Sabía que podríamos hacerlo pero estaba tan cansada de empezar de nuevo una y otra vez que sentía que no tenía fuerzas. Sin embargo, en todas y cada una de esas veces Ferb y Geoffrey habían estado ahí para salvarme y ayudarme.
