Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
⚠️ Advertencia: Si tienes menos de 13 años NO deberías leer esta historia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—REENCUENTRO—
______________☆☆☆☆______________
CARL.
CUANDO ME LEVANTÉ por los llantos de Judith me di cuenta de que aún seguíamos solos y mientras calmaba a Judith entre mis brazos caí en la cuenta de que si Daryl y Logan no habían vuelto Ronin se encontraría completamente sola.
Por lo que, después de calmar y alimentar a Judith, me encamine, junto con mi hermana, a casa de la chica silenciosa.
Era pronto, pero tenía la esperanza de que estuviera despierta. Llamé al timbre y esperé pacientemente a que Ronin abriera la puerta.
Después de unos minutos una somnolienta Ronin me abrió. Llevaba unos pantalones muy cortos de tela fina y una camiseta holgada, su pelo estaba algo revuelto y sus ojos entrecerrados.
Me miró con una cara de fastidio mientras se apoyaba en el marco de puerta.
—¿Te he despertado?—dije apretando los labios.
Ella puso los ojos en blanco y asintió.
—No queria que estuvieras sola.—dije encogiendome de hombros un tanto incómodo por el aspecto de la chica. Estaba acostumbrado a verla bastante más cubierta y con un aspecto más serio, pero verla de esta forma con sus piernas al descubierto y los ojos entre cerrados por el sueño me puso bastante más nervioso de lo que estaba acostumbrado cuando estaba con ella.
Ella se percató de que la miraba de arriba abajo y se removió incómoda, al notarlo volví mi mirada a sus ojos.
—¿Puedo pasar?—dije mientras colocaba mejor a Judith en mis brazos.
Ella se hizo a un lado y me dejó entrar.
***
Ronin estaba acurrucada en el sofá, sentada en un punta y yo sentado en la otra. Ella estaba echa una bola y sus muslos resaltaban más haciendo que de forma inevitable mi mirada se dirigiera a ellos, pero Ronin estaba completamente metida en su mundo y ni siquiera me prestaba atención.
El ambiente estaba algo tenso desde que Ronin besó mi mejilla el día anterior.
Finalmente Ronin se dio cuenta de mi mirada y me miró un poco molesta.
—¿No vas a decir nada?—dije mirándola de reojo.
Ella se encogió de hombros.
Suspiré pesadamente y pensé en las palabras de Enid, necesitaba provocar a Ronin.
—Ronin.—dije con cautela, ella me miró relajando su semblante.—¿Tú quieres volver a hablar?—pregunté de forma pausada y con miedo.
El pecho de ella subió rápidamente y toda ella se agitó.
