Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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—MAR DE CAMINANTES—
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CARL.
AGARRÉ CON FUERZA a Judith entre mis brazos y empecé a correr, seguí a mi padre cuando Michonne apareció para ayudarnos. Después de Michonne se unió Deanne y Gabriel, que buscaban ayuda, pero los únicos capaces de lucha eran mi padre y Michonne, pues yo con Judith no podía.
Nos rodearon hasta que se oyó a lo lejos el grito de Jessie.
—¡Por aquí!—grito desde su casa.
Todos la escuchamos pero se nos hizo difícil avanzar.
Los caminantes me rodeban a mi y Judith, les daba patadas para alejarlos pero no era muy eficaz y el resto estaban lo suficientemente ocupados.
—¡Vamos!—se escucho de pronto la voz de Logan, alcé la mirada y eran Ronin y Logan, ellos estaban ayudando a mi padre y Michonne a despejar el camino a la casa de Jessie.
Ronin estaba muy concentrada matando a los caminantes usando su machete mientras Logan disparaba a los más lejanos.
Comenzamos a correr hasta la casa de Jessie, ella nos esperaba oculta tras la ventana, los caminantes se nos echaban encima, solo con suerte conseguiríamos llegar.
Pero gracias a Logan y Ronin llegamos, el primero en entrar fue Gabriel, seguido de Michonne, mi padre ayudo a entrar a Deanne que se quedo más rezagada, mientras yo esperaba a que Ronin entraba, esperaba a saber que estaba segura.
Estaba por entrar cuando Logan gritó.
—¡Maggie!—grito asustado, la mirada de Ronin y la mía se fueron a donde apuntaba la del hombre. Maggie estaba en una de las plataformas rodeadas por caminantes que desestabilizaban la plataforma.—Tengo que ayudarla.—dijo serio y con la voz atropellada.
Los ojos de Ronin se abrieron como platos y como acto reflejo le agarro del brazo con todas sus fuerzas.
—No me pasará nada, debo hacerlo.—dijo para después darla un beso en el frente.—Protegeos mutuamente.—finalizó mirándonos a los dos.
Se soltó del agarre de ella y comenzó a abrir el paso entre los caminantes, Ronin intento ir tras él pero fui más rápido y la agarre por la cintura con mi brazo libre entre pataleos.
—¡Entrad de una vez!—grito mi padre.
Con toda la fuerza que fui capaz de reunir empuje a Ronin hasta el interior de la casa. Acto seguido cerraron las puertas.
—Poned todo lo que podáis y asegurar la puerta de atrás.—ordenó mi padre, Michonne y Gabriel se fueron atrás y Jessie y Ron empezaron a colocar muebles en la puerta principal.—¿Donde esta Logan?—dijo alarmado.
