Ella siempre estaba en silencio, en un mundo donde los gruñidos son la banda sonora, hasta que él la hizo gritar.
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—TRAMPA PARA CAMINANTES—
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CARL.
MI PADRE VOLVIÓ a partir, porque aunque había habido considerables bajas teníamos que continuar con la segunda parte de el plan. A cada minuto que pasaba estábamos más cerca de la victoria.
Me dirigí con decisión a casa de la morena, después de lo que ocurrió la noche anterior ella parecía de mejor humor.
Abrí la puerta sin llamar.
—¿Hola?—dije mirando a los lados en busca de la chica.
—Esta arriba.—me respondió una voz en el salón.
Asentí, mirando a la persona en cuestión, Daryl.
—¿Donde esta Logan?—pregunté al ver que se encontraba solo.
—Se ha ido con tu padre.—dijo con un tono parecido a la amargura.—Yo tengo que hablar con Tara.—se encaminó a la puerta.
Justo antes de que Daryl se fuera Ronin bajo las escaleras.
—Me voy, Mudita—la anunció mirándola con suma atención, ella le devolvió la mirada.—Por favor, no hagáis ninguna tontería mientras no estoy.—Esta vez nos miro a ambos.
—De acuerdo.—hablamos los dos a la vez.
Daryl asintió levemente y tras eso se marchó.
Ronin me miro, vio mi atuendo, mi sombrero, mi arma y sobretodo mi mochila.
—Vamos a hacer una tontería, ¿verdad?—dijo con una mueca mientras se cruzaba de brazos.
—Eso depende.—la sonreí.—¿Salir a explorar te parece una tonteria?—la pregunté apoyándome en la pared.
La chica puso los ojos en blanco.
—Sí.—respondió claro.—Ahí fuera solo hay caminantes y Salvadores. Y ambos quieren matarnos.—sonrió con sarcasmo.
Negué y me acerque a ella.
—Hay más cosas además de eso. Solo ten esperanza.—la sonreí antes de besar su frente.—Entonces, ¿vienes conmigo?—
Ronin me miro desde abajo, por la pequeña diferencia de altura de altura.
—Tú vienes conmigo en mis tonterías, yo voy contigo a las tuyas.—me sonrió por fin.
La besé con ganas.
***
Caminamos entre los árboles, pisando las hojas secas y los palos del suelo.
