29 Sentimientos encontrados

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—Debó llevarte con tus padres, —insistió Peter ya con las lágrimas secas en su rostro tras sentir como otra ráfaga de aire los congelaba, sintiendo que ella no merecía pasar por este martirio luego de lo que sufrió, de nuevo anteponiéndola —le prometí a tu papá que en cuanto supiera algo de ti se lo diría de inmediato... aunque creo que igual mi palabra ya no vale nada, —se entristeció aún más, sintiéndose como una terrible persona en la que nadie debería confiar —porque supe que fue lo que te sucedió y como estúpido guardé silencio. —añadió, lastimándose él mismo con sus pesimistas pensamientos, siendo que en parte... tenía razón.

La chica negó con la cabeza, no quería que Peter siguiera con ese flagelo sobre él mismo, además de que sentía que no podía dejarlo solo, no en este momento, no en esta situación en la que podía percibir lo destruido que él se sentía, se acercó a él para intentar darle un beso pero Peter la esquivó, dejándola con el corazón punzante.

—No me beses Gwen... —pidió con el dolor de no poder recibir aquello. —Por favor... realmente me siento muy mal, siento que estoy contaminado. —confesó, sintiendo el peso de sus lágrimas sobre el borde de sus ensombrecidos ojos.

Gwen bajó la cabeza, llena de tristeza por el sufrimiento que causaba el sacrificio que su novio hizo por ella, sacrificio que pudo haber evitado y no lo logró. Ahora le tocaba a ella respetar el NO de su novio, y así lo hizo, no lo forzaría a nada, y mucho menos al ver el frágil estado emocional que lo trastornaba.

Valla infierno en el que seguían, valla demonio que les arruinó la vida, valla tormento con que tendrán que vivir.

Peter volvió a tomar con firmeza a Gwen mientras ella de nuevo se aferró a él para otra vez ir columpiándose por la oscura noche, aterrizaron cerca del hotel donde se habían ido a quedar los padres de la chica, puesto que ahora vivían a Brooklyn, pero por la búsqueda de su hija, volvieron a la gran manzana.

Los padres de la rubia salieron corriendo del hotel y se reencontraron con su hija en un hermoso abrazo, tan realizador que incluso reconfortó al castaño por un momento, sintiendo que por fin había hecho algo bien: Reencontrar a dos padres desesperados con su hija pérdida. Aunque aquello no le duró tanto como hubiera querido, pues tras escuchar el sincero y sentimental agradecimiento de los padres de Gwen por haberles devuelto a su hija, Peter recodó el deplorable modo en que recuperó a Gwen, volviendo a hundirse, sintiéndose mucho peor que antes, ya que ahora también sentía vergüenza ante sus suegros, siendo que ellos desconocían por completo que había pasado.

Y es que al reencontrarse, además de lágrimas y tranquilidad, era obvio que también hubiera un interrogatorio sobre lo que pasó, y más del capitán Stacy, siendo que también debía proceder como policía para terminar la brigada de búsqueda. Y eso puso en jaque a los muchachos, ya que para que hubiera verdadera justicia debían decir la verdad, pero como aquella historia era demasiado cruda y difícil de contar, siendo que al mismo tiempo mancharía la imagen de Peter ante los padres de la joven y aún más ante sí mismo, el chico se adelantó a decir una muy conviviente mentira.

Peter dijo que todo fue por dinero, que los secuestradores vigilaron a Harry Osborn y al darse cuenta de que Gwen era amiga suya la secuestraron para poder extorsionarlo, y que hacía poco él había ido a entregar el dinero a cambio de la libertad de Gwen.

Luego de esa mentira el capitán cuestionó a Peter sobre porque no le avisó en el momento y así evitar la extorsión hacia Harry, y él, con una muy fingida tranquilidad contestó que no lo hizo porque hasta esa misma noche supo lo que ocurría, y que en cuanto supo cómo liberar a Gwen y que Harry le diera el dinero para hacerlo, lo hizo, diciendo que no fue capaz de pensar más allá de la seguridad de ella, diciendo que había actuado por impulso.

Peter Parker sacrificios del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora