52 Criminal

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La noche era tétricamente oscura, sin luna y sin estrellas por las sombrías nubles cargadas de agua que cubrían al cielo, como si un alto, tosco y negro techo se alzara sobre ellos. Las autoridades policiacas manejaban desaforados sobre las calles de Nueva York, este caso era tan arriesgado y peligroso que incluso la policía estaba haciendo colaboración con cierto arácnido.

El muchacho del traje rojo y azul e identidad desconocida tenía la mano derecha afianzada con gran fuerza a la telaraña con la que se columpiaba, mientras que en la otra tenía un radio con el que se comunicaba con el mismísimo capitán Stacy (su casi suegro).

Varios criminales acababan de atacar la Plaza Rockefeller, robándose más de medio millón de dólares y llevando consigo a un rehén que no habían podido identificar. La helada lluvia empezó a caer como en cascada, dificultando la situación para todos. La policía había logrado interceptar los autos de los criminales, por lo que no tuvieron más opción que ir por las calles a pie, eran muy hábiles en el arte de escalar y saltar muros en su huida, pero Spiderman era mejor que ellos.

El diluvio comenzó justo cuando el muchacho los acorraló en un callejón, 5 individuos (altos, fuertes y monstruosos en apariencia) estaban ahí delante de él, además del rehén que estaba tumbado en el piso, lloriqueando y contraído en sí mismo, cubriéndose el rostro de lo asustado que estaba. A pesar de la imponente apariencia de los 5 criminales, Spiderman logró vencerlos a todos, aunque llevándose en la pelea varios golpes bastante serios que sí llegaron a debilitarlo, pero no lo suficiente como para vencerlo.

El arácnido se sintió muy satisfecho consigo mismo cuando fue el último hombre de pie, miró su radio y avisó al capitán Stacy donde estaba para que llegara a arrestar a esos tipos que permanecían inconscientes sobre el mojado pavimento

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El arácnido se sintió muy satisfecho consigo mismo cuando fue el último hombre de pie, miró su radio y avisó al capitán Stacy donde estaba para que llegara a arrestar a esos tipos que permanecían inconscientes sobre el mojado pavimento. Una vez que dio su ubicación se acercó al asustadísimo rehén que parecía estar llorando.

—Ya está a salvo, no se preocupe. —dijo con amabilidad, intentando ayudar a la víctima a ponerse de pie, pero en ese momento su sentido arácnido se activó y a al instante recibió un fuerte golpe en el pecho que no logró esquivar a pesar de la advertencia de sus poderes, y es que aquel golpe lo mandó a volar, cayendo brutalmente de espaldas sobre el duro suelo, a varios metros de donde fue golpeado.

A través de la máscara mojada por la lluvia, más la conmoción que sufrió, le fue difícil distinguir de donde vino el golpe, pero alcanzó a distinguir una figura negra delante de él.

—La verdad es que me hiciste un favor niño. —dijo una potente, firme y... ¿fina voz? —No pensaba compartir el dinero con estos idiotas. Iba a deshacerme de ellos después, pero gracias a ti ya no será necesario.

El chapoteo de los zapatos sobre el piso encharcado se hacía cada vez más fuerte, por lo que su agresor se acercaba a él. ÉL empezó a incorporarse para ponerse de pie, pero en eso sintió un agudo dolor en el pie, como si le hubieran clavado algo.

—¡AHHHH! —gritó de dolor.

—Pensé que serías más resistente considerando que acabas de acabar con esos gorilas, pero veo que mi simple tacón te venció.

Peter Parker sacrificios del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora