Siempre ha sido tan impredecible y caótico lo que pueda pasar con nosotros, pero aun así no quiero alejarme de ti Peter. Si amas algo déjalo ir, y si vuelve a ti es tuyo... pero siento que no este caso no es necesario dejarnos ir para saber que nos pertenecemos. —dijo Gwen, suspirando y limpiándose las lágrimas. —No sé cómo voy a afrontar esto, pero... te amo demasiado. Y si ahora vas a tener un hijo... creo debo aceptarte así, porque él o ella... es parte de ti.
...
Los días habían pasado, Gwen y Peter habían vuelto, y ahora juntos estaban dispuestos a enfrentar un futuro caótico en el que todo era posible, tanto lo bueno... como lo malo.
Pero, sin realmente esperarlo, pues ese futuro... de la nada, se volvió un presente inminente, porque...
—¡Peter! —se alarmó Gwen. —¡Acaba de llamarme Flash! ¡Y me dijo que Mary Jane entró en labor de parto!
—¡¿Qué?! —se horrorizó el castaño. —¡Pero eso es imposible! ¡Se supone que aún falta un mes!
Gwen levantó la mirada, y teniendo la voz llena de miedo... dijo:
—Él bebe está a punto de nacer.
...
Apenas se habían cumplido 8 meses cuando Mary Jane entró en labor de parto y al hospital estaba entrando un castaño acompañado de una rubia, de quien estaba firmemente aferrado, como si tuviera miedo a soltarla.
—Ni siquiera sé si debería estar aquí. —saltó Peter, lleno de pánico, realmente no estaba preparado para ese momento, y menos si el momento se había adelantado.
—Peter, escúchame —empezó Gwen... sin saber cómo continuar, pero lo hizo —Puede que hoy... te conviertas en padre. —pronunció con pesar, cerrando los ojos al hacerlo —Y sé que esto no es lo que querías, que es algo que sinceramente nadie quería, porque creíamos que cuando llegara el momento seria por el nacimiento de... nuestro hijo. —especificó sintiendo una punzada en el corazón, por lo que él bajó los ojos. —Pero así pasó, y yo te voy a apoyar en lo que decidas, pero... —hubo una pausa —si... ese niño... —empezó a tartamudear, estando llena de conflictos internos. —si realmente... es tu hijo... —dijo Gwen Stacy mostrando inseguridad al decir eso último, ahora ya sin poder continuar.
—Mis hijos debieron ser tus hijos. —debatió Peter, sintiéndose tan desgraciado por la vida.
—Y así será, —le aseguró Gwen tomándolo de la mano. —solo que... tal vez no tú primogénito... —volvió a decir con tristeza.
—¿Y si de verdad no es mío? —preguntó Peter aun teniendo la más mínima esperanza de que así fuera.
Gwen lo miró a los ojos, también teniendo esa misma esperanza, pero sin atreverse a decirla, sabiendo que lo más probable era que sí, pero al igual que él, ella deseaba que su novio solo fuera el padre de sus hijos, y que el niño de M J fuera de otro hombre y no del suyo.
—Pues... —balbuceó la muchacha, sin saber que decir o como decirlo. —Si así es... entonces, tú y yo... simplemente nos iremos. Juntos.
Al escuchar eso, Peter se sintió tranquilo y lleno de esperanza, aunque no demostró todo ese "entusiasmo" como tal, porque en su rostro solo había la expresión de unas cejas ligeramente alzadas, unos labios semi separados y de unos ojos llenos de anhelo, el castaño tomó ambas manos de Gwen y las besó con profundo amor.
—Sinceramente, espero irme de aquí lo más pronto posible, contigo.
Gwen sonrió a medias, sabiendo la escaza posibilidad que había de eso, pero aun así, esperaba lo mejor para los dos. Abrazó a Peter pegando la cabeza del muchacho a su pecho para calmar sus nervios con el sonido del latido de su corazón, tranquilizándolo a él y tranquilizándose a sí misma, sintiéndolo así más suyo de lo que sabía que ya era.
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Peter Parker sacrificios del corazón
Novela JuvenilEl amor de Peter Parker hacia las personas que lleva dentro del corazón es inmenso, tanto que por amor llegará a sacrificar lo que sea necesario, sufriendo gravemente las consecuencias, llevándolo a atravesar dolorosos momentos a los cuales deberá s...