Peter Parker sacrificios del corazón

54 El consuelo que siempre necesitará

La idea de la muerte había estado recorriendo impacientemente a Peter Parker, ahora la veía más cerca que nunca, las heridas en su pecho ya no resaltaban tanto como antes y ya habían cicatrizado, sin embargo... todos sus filosóficos pensamientos acerca de la vida y la muerte no eran lo único que lo perseguía, había un detalla que aún no había cicatrizado a pesar de que no había dejado herida física, aunque si fue una herida para su ser interior, pues sus labios habían sido mancillados... otra vez.

Aún tenía la culpa de lo que sucedió con Felicia Hardy, pues, aunque él se mantuvo inerte, sus labios (nuevamente) habían sido tocados por otra mujer que no era la suya. Y aunque ahora la autora de esa grosería no era Mary Jane, esa nueva enemiga de cabello aperlado y movimientos felinos, era muy parecida a ella, y probablemente fuera más peligrosa, por lo que Spiderman sabía que debía detenerla lo antes posible antes de que aquella criminal volviera a atacar a Peter Parker.

Y ese era otro problema, aquella nueva enemiga conocía su identidad, si bien solo le vio la cara por unos segundos y nunca escuchó su nombre o algún dato acerca de quien en verdad era él, para una delincuente como ella, lo poco que vio bastaba. El rostro de Peter Parker había sido expuesto.

Spiderman sabía que debía detenerla lo antes posible, pero... ¿La solución sería llevarla a la cárcel? ¿Corregirla y hacer que deje atrás su vida de ladrona? Nada de eso borraba el hecho de que ella le vio la cara, y que podría divulgar quien es él en verdad.

Entonces... ¿Qué debía hacer con Black Cat?

El timbre de la clase sonó, eso ayudó a que el muchacho despejara su mente un poco, ahora debía ir a robótica, pero no tenía cabeza para pensar en las clases, todo el día había pensado en la muerte, en Felicia y en su identidad descubierta.

Se dirigió a su casillero y vio a una pareja besándose, le estorbaron bastante para poder sacar su libro, pero una vez que se alejó de ellos, volvió a vista, y entonces pensó algo.

Esa pareja besándose le dio una idea, una bastante retorcida y que no iba con él, incluso se sorprendió de haber pensado en tal cosa, pero... medidas desesperadas requieren acciones desesperadas.

Y es que lo que pensó era que debía enamorar a Black Cat, si le atrajo a esa ladrona probablemente podía usar eso a su favor, y si la enamoraba entonces él ya no correría peligro, pero... ¿Acaso sería capaz de aprovecharse de los sentimientos de una mujer? O siento más realistas: ¿Alguien como ella podría llegar a enamorarse? Felicia Hardy parecía ser otra Mary Jane, y las mujeres como Mary Jane no se enamorarán, solo se obsesionan, y esa obsesión es peligrosa.

Si intentara conquistar a Black Cat para ya no estar en peligro podría salirle el tiro por la culata y en lugar de ser él quien obtuviera una ganancia con eso podría llegar a sufrir otro trauma, y quisa mucho peor que el primero que padeció.

Ahora su brillante idea parecía ser estúpida, y él se sentía estúpido.

Black Cat... Back Cat. ¡Qué nueva amenaza había entrado a su vida!

...

El tiempo continuaba, la universidad parecía absorberle todo su tiempo y por eso mismo, en muchas ocasiones en las que debía poderse el traje rojo y azul... no podía ya que... aunque como héroe tenía una responsabilidad, consigo mismo también la tenía, y en ocasiones era egoísta y permanecía en casa continuando con su tarea que, salvando gente, se sentía mal por eso, que en vez de ayudar a los demás se quedaba en casa solamente por una calificación.

Pero a pesar de sentirse mal consigo mismo, Gwen estaba orgullosa de él, y es que ella le decía que en ocasiones la prioridad debe ser uno mismo, que sí es bueno ayudar a los demás, pero que en ocasiones debemos ponernos primer a nosotros.