Ya había pasado casi 1 mes desde el peor momento en la vida de Peter, los gélidos vientos de diciembre se asentaban sobre la ciudad dejando un clima tan melancólico, fortaleciendo con su grisácea coloración los pesados y depresivos pensamientos de cierto muchacho de Queens. Ante los castaños ojos de Peter Parker alias Spiderman, el mundo había perdido cierto color, pero aún tenía una chispa de luz en él a la que se aferraría para sobrevivir de sí mismo.
Aunque las semanas ya habían pasado y los aires cambiaban, aquel doloroso día que ya se había quedado atrás en el tiempo, seguía afectando a muchacho como si acabara de vivirlo ayer, afectándolo de formas que ni él podía entender y mucho menos describir, era como tener en su mente a un parásito.
Las pesadillas lo perseguían constantemente, seguía sintiendo que su cuerpo era asqueroso y aún se sentía terriblemente culpable con Gwen y sobre todo consigo mismo, aunque había otra cosa que seguía siendo secuela del pecado que había sido obligado a cometer, y es que no podía soportar ser tocado por nadie, por absolutamente nadie.
No aguantaba el contacto físico ni siquiera de las personas que él quería, en ocasiones cuando su tía lo tomaba del brazo o quería abrazarlo, a pesar de tratarse de ella, aun así, él siempre se alejaba, evitando aquel afecto, sintiéndose ahogado y teniendo un intenso nerviosismo que le provocaba una peligrosa taquicardia, y es que aquellos miedos que aquel recuerdo le provocaba eran más dolorosos y vividos cuando se trataba de su novia, ya que no era lo mismo un abrazo a un beso o una caricia más íntima.
Tanto era ese sufrimiento que incluso se había resistido a compartir un beso con ella, pues aunque seguía perdidamente enamorado de Gwen, aún estaba muy vivido en su piel ese desgraciado momento en el que fue manoseado y ensuciado por Mary Jane, lo que causaba que el resto de las caricias de Gwen también fueran afectadas.
Y Gwen entendía las circunstancias y respetaba ese distanciamiento, pero cuando a ella se le olvidaba e intentaba elevar la temperatura de su cercanía con Peter, él siempre la detenía y se ponía mal, pues aún no estaba preparado para volver a amar con el cuerpo.
Y eso no era lo peor, sino continuar viendo a Mary Jane, le era horrible tener que ir a una escuela donde la veía casi a diario, era tranquilizador el día en que no la veía, pero casi nunca había días así. Y es que por más increíble que pareciera, la pelirroja había tenido la decencia de no acercarse a él, pero para el castaño eso no era suficiente. Esa escuela dejaba de tener esa aura de lugar de aprendizaje para pasar a verse ante los ojos de Peter como el lugar que lo condenó a cruzarse con Mary Jane.
En un día común y gris como ya era costumbre... él estaba en clase, realmente poniendo atención a lo que decía la maestra, pues intentaba eludir los paganos recuerdos tan vividos en su mente con el conocimiento que debía saber sobre la literatura.
La maestra recitaba el poema: "El Cuervo" de Edgar Alan Poe, entonando sus palabras de forma estridente, dramática y fascinante:
—¡No dejes pluma negra alguna prenda de la mentira que profirió tu espíritu! ¡¡Deja mi soledad intacta!! ¡Abandona el busto del dintel de mi puerta! ¡Aparta tu pico de mi corazón y tu figura del dintel de mi puerta!
En medio de la lectura, el muchacho recibió un mensaje de un número desconocido y su atención al poema de terror se interrumpió.
"Hola Peter, soy Mary Jane, te he estado viendo muy triste, si puedo hacer algo para animarte solo dímelo"
Los ojos de Peter temblaron y una horrible ansiedad lo golpeó, apretó el celular y la mandíbula por todo el coraje y miedo que sintió al leer esa basura, hasta quiso aventar el celular o apretarlo hasta que este tronara, pero se contuvo lo sufriente para no hacer eso, borró el mensaje, bloqueó el número e intentó sacársela de la mente una vez más...
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Peter Parker sacrificios del corazón
Roman pour AdolescentsEl amor de Peter Parker hacia las personas que lleva dentro del corazón es inmenso, tanto que por amor llegará a sacrificar lo que sea necesario, sufriendo gravemente las consecuencias, llevándolo a atravesar dolorosos momentos a los cuales deberá s...