Peter Parker sacrificios del corazón

60 Enemigo

Tras su última declaración, Peter vio algo en los ojos de Mary Jane que jamás creyó ser posible: Lagrimas. ¡La había hecho llorar!

Aun sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían, la pelirroja levantó la mano y se limpio los ojos con el dorso de la mano, haciendo más evidente esa surreal escena de llanto, como si la dureza tuviera fragilidad, como si la maldad tuviera bondad, como si una impura tuviera la suficiente pureza como para llorar.

Mientras MJ lloraba ante Peter, y él solo se quedó inerte, de pie, contemplando como la mujer que mas odiaba se derrumbaba tras su rechazo, aun no lo creía. De la nada, su teléfono vibró un poco y empezó a sonar, asustándolo un poco, trasladó su mirada de ver a una llorosa Mary Jane, a ver un mensaje de Gwen, ya había llegado al juzgado y le preguntaba dónde estaba.

Peter miro el mensaje, pero no contestó, parecía realmente aturdido por ver como su enemiga se quebraba... por él. Cuando finalmente se dispuso a contestar... no lo hizo, pues sintió una punzada de alerta en su nuca. Su sentido arácnido, advirtiéndole.

¡CRASH!

Justo en ese momento se escuchó un derrumbe, el piso tembló haciendo que tanto hombre como mujer cayeran al piso, un par de escombros se desprendieron del techo y cayeron al lado de la pelirroja, pues Peter, advertido por sus habilidades arácnidas, fue tan rápido como para mover a MJ del lugar en el que estaba, salvándola de que fuera aplastada. El castaño contemplo por un momento los escombros que estuvieron a punto de quitarle la vida a MJ, él la salvó, Peter salvo a MJ, y aun la tenía entre sus brazos, cubriéndola del peligro, rescatándola como un héroe a una damisela en peligro.

Spiderman y Peter Parker... estaban atónitos, pues había salvado a su enemiga.

Con los nervios alterados, Mary Jane se fue corriendo, huyendo aterrada de ese lugar a pesar de haber estado entre los brazos de Peter luego de que el hombre al que decía amar la salvara. Luego de que la madre de su hijo corriera estérica, Peter hizo lo mismo, huyendo de aquel lugar igual de sobresaltado, intentando ahora salvarse a sí mismo en medio de la densa nube de polvo que se había generado.

—¡¡PETER!! —gritó una voz que reconoció al instante.

—¡Gwen...! —respondió Peter tosiendo al final.

Se encontraron. Otro derrumbe se escuchó y todos salieron de los juzgados, claramente el juicio se había sido interrumpido. El exterior era un completo caos, parecía una zona de guerra, todos estaban gritando y corriendo, parecían huir de algo.

El sentido arácnido de Peter se activó otra vez, invadiéndolo de pies a cabeza, advirtiéndolo de un peligro inminente. El chico sujetó a Gwen con fuerza e hizo que juntos se impulsaran hacia el frente sintiendo una peligrosa adrenalina, pues un auto pasaba justo por encima de ellos, siendo arrojado por algo, casi aplastándolos, pero milagrosamente no fue el caso.

—¡¿Estás bien?! —preguntó Peter teniendo los nervios de punta, cubriendo completamente a Gwen con su cuerpo.

Pero Gwen no fue capaz de responder, solo logró gimotear, pues el pánico no la dejó hablar. De nuevo otro sonido similar a un derrumbe se escuchó y por instinto ambos se abrazaron.

Claramente algo había pasado, algo grave, pero no parecía ser un terremoto ni nada parecido, aquello era algo más. Mucho más impactante que escuchar la pureza oculta en una impura.

—Aquí hay algo malo. —dijo no Peter Parker, sino Spiderman, la dualidad heroica y protectora de Peter salía a flotel, ahora era Spiderman aun sin llevar el traje y la máscara. —Ya me voy. —dijo con decisión, dispuesto a resolver el problema.

—Pues voy contigo —afirmo Gwen, con la misma determinación que él había usado.

—No vas a venir conmigo —contradijo Peter sorprendido por la respuesta de Gwen.