En plena biblioteca Peter y Gwen estaban aprovechando que casi nadie iba a esa sección para tener un pequeño encuentro, la ropa seguía en su lugar pero estaba siendo movida de modo que las manos encontraran piel. El muchacho desabotonó la blusa de Gwen lo suficiente como para verle el escote, mientras que Gwen bajó el cierre del pantalón de Peter para meter la mano, Peter bajó una de las copas del brasier de Gwen para poder besarle el pecho, con una mano Gwen cosquilleaba a la entrepierna de Peter, haciendo que le temblaran las rodillas y con la otra lo sujetaba de la nuca, mientras que Peter con una mano seguía sujetando el brasier de la chica para que este no le estorbara mientras la besaba y con la otra mano le acariciaba la cintura.
Estaban contra una esquina, entre un estante de libros y la pared, estos los ayudaban a recargarse y no caer, intentaban ser silenciosos, por lo que debían reprimir sus gemidos, pero por más que lo intentaran las sensaciones de las que estaban disfrutando no las podían callar del todo, así fue que llamaron la atención de una chica que estaba ahí por una razón poco usual: Buscar un libro.
Esa chica jamás iba a la biblioteca, y mucho menos a esa sección donde estaban los libros con la información más compleja, pero por algún razón había elegido justo ese día para intentar aprender algo. Ella estaba leyendo el título de un libro de Física cuántica cuando los leves gemidos del fondo llamaron su atención.
—Se nota que la están pasando bien —dijo la chica para sí misma, sonriendo y escuchando con mucha atención los gemidos.
Su morbosidad la llevó a seguir el sonido de esos gemidos reprimidos, entró a un pasillo y luego dio vuelta a la derecha hasta llegar al final de la biblioteca, encontrando en un rincón el origen de esos gemidos.
Mary Jane se quedó helada, tiesa y llena de coraje, pues vio que se trataba de Peter y Gwen, Mary Jane llegó justo en el momento en que el Gwen le apretaba el trasero a Peter con más intensidad mientras que él justo bajaba de besarle el cuello y luego para terminar besándole los senos. Mary Jane tragó saliva sintiendo una gran impotencia, pero sobre todo una inmensa rabia, porque en el fondo deseaba con tanta intensidad estar en el lugar de Gwen.
Gwen también le había desabotonado la camisa a Peter y como en ese momento sintió la seguridad de que definitivamente nadie rondaría por esos pasillos, le quitó la camisa por completo, dejándola caer cerca de una repisa, masajeándole los músculos con amor, Peter, en agradecimiento, sacó la lengua y le lamió el pezón, provocando en Gwen un gran gemido que apenas y consiguió reprimir, mordiéndose el labio.
—¡Peter...! —gimió intentando contenerlo lo más que pudo.
Ver como la lengua de Peter lamia el pezón de Gwen y como ella lo disfrutaba mientras volvía a meter las manos en el pantalón de su novio volvió loca de celos a Mary Jane. Las manitas traviesas de Gwen ahora fueron quienes provocaron al muchacho luego de acariciarlo con cierta intensidad a lo largo de su virilidad para frotarle la punta con el pulgar, sintiendo como la erección de su novio comenzaba.
—¡Oh Gwen! —gimió Peter sonoramente sin lograr reprimirse debido al placer que había sentido. Aquellas palabras fueron para la intrusa como una bala, pero lo que la hizo explotar fue oír a Peter decir: —Te amo Gwen.
—¡Malditos! —gritó Mary Jane furiosa, irradiando odio por los ojos, cerrando los puños tan fuerte que se encajaba las uñas en las palmas.
Peter y Gwen se detuvieron, sintiendo como la sangre se les helaba, vieron a Mary Jane frente a ellos, rápidamente Gwen sacó las manos de los boxers de Peter y él le acomodo el brasier tapándola con la blusa que aún estaba abierta, Gwen se cerró la blusa y Peter se subió el cierre del pantalón evitando que su erección continuara. Mary Jane vio lo agitados que estaban, como su piel tenía un suave rubor por la ficción que había habido entre ellos, pero lo que más le dolió fue ver como Peter cubría a Gwen, tapándola de su vista.
La pelirroja estaba tan llena de odio y de una envidia enfermiza por ver justamente lo que no podía tener que fue directo hacia Gwen para herirla, y lo hubiera hecho si Peter no hubiera sido tan rápido gracias a sus poderes. Detuvo a Mary Jane quien luchaba inútilmente para zafarse de Peter y atacar a la chica del cabello rubio.
—¡¿Mary Jane qué te pasa?! —preguntó el castaño viendo lo descontrolada que estaba la curvilínea, estando impactado y enojado por el modo en el que Mary Jane había reaccionado, queriendo hacerle daño a Gwen, aun sujetándola con firmeza para que ella no hiciera lo que quería hacer.
—¡Ya verás maldita! —gritó la pelirroja aun zarandeándose y queriendo alcanzar a Gwen con sus brazos, mostrándose como una arrabalera. Mientras que Gwen solo la miraba con asombro y repulsión, esperando que no lograra zafarse de Peter.
—¡Mary Jane no le hables así! —gritó Peter enojado, sacudiéndola, una sola vez, pero bastándole para que ella dejara de luchar, pero aun así, por si acaso, él seguía deteniéndola.
—¡Tú deberías estar haciendo esto conmigo! —Impuso la chica ahora viéndolo a él —¡A quien deberías besar y tocar así es a mí!
-¡¿Qué?! -preguntaron Peter y Gwen al unísono, impactados por lo que acababan de escuchar, aquello desconcentró a Peter lo suficiente para que Mary Jane lograra zafarse, pero esta vez, en lugar de irse contra la rubia se echó al cuello del muchacho embarrando su boca sobre él.
—¡¿Pero qué te pasa estúpida?! —gritó Gwen ahora siendo ella quien se iba contra la intrusa, jalándole el cabello, provocando un gran grito de la curvilínea, quien a pesar de eso aún no soltaba al chico.
—¡¿Quítateme de encima?! —exigió Peter logrando empujarla con su fuerza sobre humana.
—¡¿Pero qué está pasando aquí?! —preguntó de la nada la voz de otro hombre. El castaño, la rubia y la pelirroja voltearon hacia el lugar de donde provenía esa voz, viendo que frente a ellos estaba el doctor Connors, la bibliotecaria y tres estudiantes.
—¡¿Señor Parker y su camisa?! —se escandalizó la bibliotecaria, y más al ver restos de labial en el cuello del muchacho, siendo tanto de una como de la otra, pues eran dos colores diferentes.
Por más irónico e infantil que pareciera, Peter se miró el torso para ver si sí traía su playera o no, siendo que hacía unos momentos Gwen se la había quitado.
El resultado de todo eso fue que los castigaron a los 3 por indecencia, y aunque Peter y Gwen se sentían completamente apenados por la situación tan comprometedora en la los habían encontrado, lo que dijo e hizo Mary Jane era lo que más había alterado su mente, preocupándolos, más que nada por el hecho de como Mary Jane había intentado atacar a Gwen, y aunque no tuvo éxito, de todos modos, la pareja se había quedado preocupada.
Hacía unos días Gwen se había enfrentado a Mary Jane, poniéndole un alto, pero con lo que acababa de pasar, empezaba a darse cuenta de que Mary Jane no solo era una chica encajosa que quería sepáralos, había algo más en ella, en esta ocasión se aventó a Peter e intentó golpear a Gwen, y aunque el dicho dice que perro que ladra no muerde, con la pelirroja que intentaba interponerse, las cosas eran distintas.
Anteriormente Gwen ya había comprendido que Mary Jane realmente no era una amenaza porque ya se había convencido plenamente de que Peter nunca la engañaría, pues él se lo demostró tanto con palabras como con acciones, pero por lo que vio, que incluso, aún contra la voluntad del joven bajo la máscara de Spiderman ella logró poner su sucia boca sobre el cuello de Peter, entonces...
¿Qué más sería capaz de hacer esa pelirroja incluso contra la voluntad del propio Spiderman?
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Peter Parker sacrificios del corazón
Novela JuvenilEl amor de Peter Parker hacia las personas que lleva dentro del corazón es inmenso, tanto que por amor llegará a sacrificar lo que sea necesario, sufriendo gravemente las consecuencias, llevándolo a atravesar dolorosos momentos a los cuales deberá s...